Caixabank gana 839 millones de euros en el primer semestre de 2017, un 31'6% más respecto al mismo periodo del año anterior, gracias a su intensa actividad comercial. La evolución del primer semestre viene marcada por la consolidación por integración global de los resultados de la portuguesa BPI desde febrero, operación que impacta en los principales puntos de la cuenta de resultados.
Su margen de intereses crece un 15'1% hasta los 2.349 millones, mientras que las comisiones suman 1.252 millones, un 23'9% más que en el mismo periodo del año pasado.
El crédito bruto a la clientela sube un 11'5% y alcanza los 228.435 millones, tras incorporar BPI.
Las dotaciones a provisiones alcanzan los 1.235 millones, después de registrar en el semestre 455 millones asociados a prejubilaciones (152 y 303 millones en el primer y segundo trimestre, respectivamente).
La tasa de mora se sitúa en el 6,5%, muy por debajo de la media del sector (8,7% en mayo), y la ratio de cobertura mejora hasta el 50% (recordemos que fue del 47% a cierre del ejercicio 2016).
El Grupo CaixaBank alcanza una ratio de solvencia del 11,5%, en línea con el rango fijado en el Plan Estratégico, del 11%-12%, y 2,8 puntos porcentuales por encima de los requerimientos del supervisor del 8,75%.
Respecto a la banca online, la entidad mantiene el liderazgo, con 5,5 millones de clientes, y en banca móvil, con 3,9 millones. La tecnología y la digitalización apoyan el modelo de negocio de CaixaBank, con el 97% de la documentación firmada digitalmente.
CaixaBank mantiene el liderazgo en banca retail, con una cuota de penetración como entidad principal del 25,7%, y la primera posición en nóminas, con una cuota del 26,4%, y en seguros, planes y fondos por recursos gestionados, con una cuota del 21,7%.
El beneficio de Caixabank sube un 31% hasta los 839 millones
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