Más tensión entre Alemania e Italia. El asalto a Commerzbank por parte de Unicredit, que ha utilizado derivados para duplicar su participación potencial antes de obtener la autorización regulatoria para una participación real de más del 9,9%, eleva el cabreo político. Olaf Scholz, canciller alemán, acusa al banco italiano de realizar un ataque hostil. El rechazo contrasta con el interés de las autoridades europeas por construir bancos trasnacionales.
Alemania habla de "ataque hostil" para referirse a la toma de participación de Unicredit en Commerzbank
Recordemos que en 2005 UniCredit compró el banco bávaro HVB, cuyo negocio, aunque mucho más pequeño, es más rentable que el de Commerzbank después de fuertes recortes de personal a lo largo de los años. En el mercado son muchas las voces que consideran que la intención de Unicredit pasaría por una eventual fusión de Commerzbank y HVB.
Alemania todavía posee el 12% de Commerzbank. UniCredit neceista la aprobación del BCE para aumentar su participación en Commerzbank justo por debajo del 30% que desencadena una adquisición obligatoria según las leyes corporativas alemanas. El BCE tiene hasta 60 días, que pueden extenderse a 90, para pronunciarse.
Commerzbank, con más de 25.000 clientes comerciales, casi un tercio de los pagos de comercio exterior alemanes y más de 42.000 empleados, es un eje de la economía alemana.
"El Commerzbank es un banco que opera con éxito en el sector comercial y desempeña un papel muy importante para garantizar que la economía alemana y las PYME reciban la financiación que necesitan a través de las actividades bancarias. Es un banco que también es bueno en esto de forma independiente. Los ataques hostiles, las adquisiciones hostiles no son algo bueno para los bancos. Y es por eso que el gobierno alemán también ha tomado una posición clara en esta dirección y ha dejado muy claro que no consideramos que este sea un curso de acción apropiado. En Europa y en Alemania, no es apropiado utilizar métodos hostiles para adquirir agresivamente participaciones en empresas sin ninguna cooperación, sin ninguna consulta, sin ninguna retroalimentación", ha señalado Olaf Scholz desde Nueva York.