El Banco Santander anuncia que asume un deterioro de 1.500 millones de euros en el fondo de comercio de su filial británica, Santander UK, como consecuencia de la presión regulatoria, la mayor competencia y la incertidumbre sobre el impacto en la economía por el "brexit".
Santander reconoce el efecto negativo de la nueva regulación en Reino Unido que obliga a separar el negocio de banca minorista del de banca inversión y que le ha supuesto aumentar el volumen de activos en la sucursal de Londres de Banco Santander en unos 40.000 millones de euros.
Pero ése no es el único factor para el deterioro de las cuentas en UK. El banco reconoce que ha aumentado la presión competitiva en Reino Unido y la incertidumbre sobre el impacto del "brexit" en la economía del país.
No obstante, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, insiste en que Reino Unido sigue siendo clave para el grupo y prueba de ello es que están invirtiendo "significativamente" para mejorar su posición y atender "aun mejor" a los clientes.
El primer dividendo con cargo a 2019
Por otro lado, el consejo de administración del grupo aprueba el pago de un dividendo en efectivo de 0,10 euros por acción el próximo 1 de noviembre, el primero con cargo a los resultados de 2019.
Botín considera que repartir 0,10 euros por acción en noviembre es una muestra de la fortaleza del modelo de negocio de la entidad, a lo que se une que el consejo ha reafirmado su compromiso de seguir repartiendo entre sus accionistas entre el 40 y el 50 % de su beneficio ordinario.