Aceite de palma sintético. Es la solución por la que Bill Gates apostará 20 millones de dólares para tratar de frenar los efectos nocivos que este producto provoca al medio ambiente.
El fondo dirigido por el multimillonario invertirá esta cifra en una startup dedicada a la biociencia que elabora aceite de palma a partir de desperdicios de comida.
Puedes escuchar la noticia ISR completa en el siguiente podcast:
- Delta Airlines lanza medidas sostenibles contra el 'flight shaming'
- BMO: "En el futuro podemos ganar mucho dinero con la inversión sostenible"
- La Reserva Federal baja los tipos de interés 50 puntos básicos por el coronavirus
Contaminación y competencia
El aceite de palma supone un problema no sólo sanitario, sino también medioambiental. Su producción provoca deforestación en Indonesia y Malasia, países en los que se extrae el 80% de este producto.
Varias compañías han destruido amplias zonas forestales para reemplazarlas por campos de cultivo. Esto ha puesto en peligro a varias especies, además de provocar una importante liberación de dióxido de carbono.
En el fondo de Bill Gates, participan inversores de la talla de Jeff Bezos o Michael Bloomberg. Grandes magnates que han tomado conciencia de esta problemática, y por ello invierten en alternativas sostenibles. No es un reto sencillo, ya que el aceite de palma se encuentra en la mitad de los productos del mercado y su comercialización mueve más de 90 mil millones de dólares al año.