Los bancos tienen por delante el reto de hacerse un hueco en un mercado en el que cada vez hay más actores ofreciendo servicios financieros; es el caso de las “fintech” y las “bigtech”, que han irrumpido con fuerza. La pregunta es si son competidores, socios o ambas cosas.
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Francisco Uría, socio responsable del sector financiero de KPMG en Europa, Oriente Medio y África (EMA), explica que el desafío al que se enfrenta la banca con la llegada de las bigtech
Hoy se presenta el informe “La Banca ante las BigTech”, desarrollado por el Observatorio de la Digitalización Financiera Funcas con la colaboración de KPMG.
Francisco Uría, socio responsable del sector financiero de KPMG en Europa, Oriente Medio y África (EMA), explica que el desafío al que se enfrenta la banca (que el estudio lleva analizando desde 2017) se va definiendo pero también va mutando con rapidez.
“Cuando empezamos esta iniciativa en el observatorio con Funcas, se hablaba de la entrada de las fintech, compañías tecnológicas pero más bien pequeñas”.
Ahora han entrado en escena las bigtech, con un tamaño mucho más considerable. Aquí se agrupan las GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) y las asiáticas BAT (Baidú, Alibaba y Tencent).
Con el paso del tiempo, las fintech pasan de verse como competencia a los bancos, a verse como aliados de los bancos. Y las propias fintech encuentran su futuro en la colaboración con los bancos.
Las bigtech, en cambio, tienen escala global, son mucho más grandes y sí suponen un competidor potencial.
Surge así el concepto de “competisocio”. Es decir, vemos cómo los competidores se alían en ciertos ámbitos y compiten en otros.
Lograr el equilibrio
La gran decisión estratégica de un banco hoy en día es con quién se alía y con quién compite y por qué. “Y la respuesta está en los datos”.
Parece claro, según explica Uría, que vamos hacia plataformas multiservicio que ofrecen a los clientes ofertas integradas, de financiación, viajes, seguros, etc. “Y el que fidelice al cliente y sea capaz de usar sus datos será el que gane esta carrera”.
Es por esto que ya empieza a ser “no opcional” para la banca encontrar un “competisiocio”. La banca se ha tenido que poner las pilas en servicios online, empieza a usar el big data pero tiene además un problema de reputación para que los clientes le cedan sus datos. En un mundo cada vez más tecnológico, los bancos no pueden quedarse al margen.
¿Cuál será el beneficio para los bancos? En este entorno de bajos tipos de interés, con la rentabilidad presionada a la baja, las entidades necesitan que sus alianzas se conviertan en ganancias de eficiencia.
Aparece, por tanto, la necesidad de acelerar el proceso para los bancos, adaptarse a las nuevas tecnologías lo antes posible. Y ese es el beneficio que conllevan estas alianzas con las bigtech, ofrecer a los bancos la oportunidad de acelerar esos procesos.