La farmacéutica AstraZeneca interrumpe los ensayos clínicos para su vacuna contra la COVID-19, porque uno de los participantes sufre "una enfermedad potencialmente inexplicable". Así lo ha dicho un portavoz de la compañía a medios de comunicación estadounidenses. Reconoce que se detienen para permitir la revisión de los datos de seguridad.
"Esta es una acción de rutina que sucede siempre que hay una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos mientras se investiga, asegurándonos de que se mantiene la integridad de los estudios", así lo ha dicho este portavoz a la cadena CNBC y a la web especializada Stat.
El voluntario reside en el Reino Unido, según Stat, que dijo desconocer la naturaleza de la reacción adversa que sufrió, aunque se espera que se recupere. La naturaleza de lo que llama una "enfermedad inexplicable" y cuándo ocurrió no ha sido revelada.
La interrupción de los ensayos clínicos de la vacuna contra la COVID-19 que desarrolla la Universidad de Oxford no supone un revés y no es la primera vez que esto pasa, afirmó este miércoles el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock. "Hubo una pausa antes en el verano y eso se resolvió sin problemas", añade el titular de Sanidad.
AstraZeneca está desarrollando la vacuna junto con la Universidad de Oxford y se están llevando a cabo ensayos de última etapa en los Estados Unidos y el Reino Unido, que es donde el participante aparentemente se enfermó.
Vacuna en Fase 3
La farmaceútica es una de las 8 que se encuentran en Fase 3 de su vacuna contra la Covid 19. En mayo los EE.UU. aseguraron casi un tercio de las primeras 1.000 millones de dosis. La UE ha comprado unos 300 millones y justo esta semana, Australia anunció que había hecho un pedido de 3,8 millones de dosis, si los ensayos tenían éxito.
Además, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron en el mes de agosto a un acuerdo con AstraZeneca y con la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna en sus países y, luego, distribuirla a todos los países de Latinoamérica, con excepción de Brasil.
La compañía se unió a Pfizer y GlaxoSmithKline en el compromiso de mantener los estándares científicos para sus inmunizaciones en la carrera global para contener la pandemia, incluso frente a la presión política para sacar una vacuna.
AstraZeneca tenía previsto tener su vacuna disponible para el primer semestre de 2021 y estaba considerada como una de las más avanzadas del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).