En este informe, elaborado por la consultora Deloitte, en estos 20 años, el sector de las telecomunicaciones, ha jugado un papel decisivo en la economía española, con una inversión acumulada superior a los 126.000 millones de euros entre los años 1998 y 2016 en España, lo que supone un 14% de media sobre los ingresos del sector TIC en los años de dicho periodo.
También analiza su aportación al PIB nacional -que alcanza el 3,8% del total y supera los 44.400 millones de euros en 2017- y la progresiva reducción de los precios de los servicios TIC, reflejada en una disminución del 22,87% en el precio de las comunicaciones desde 1998 a 2018 . Esa reducción contrasta con el hecho de que, en ese mismo periodo, el IPC general creció un 53,59%.
En relación al empleo, entre 1998 a2017, el sector TIC ha generado más de 440.000 empleados anuales de media en España. Solo en 2017, su actividad derivó en la generación de más de 550.000 empleos, un 3% del total en el país.
20 años de actividad en España
El inicio de la actividad empresarial de Orange, el que hoy es el segundo operador de las telecomunicaciones en España (en términos de ingresos, clientes y despliegue de infraestructuras), tiene su germen en el propio inicio de la liberalización de este sector en 1998. En dicho año, Uni2 (filial de France Télécom) pasó a convertirse en la tercera compañía de telefonía fija del país. En octubre de 1999, la firma entró también con fuerza en Internet, gracias al lanzamiento de Wanadoo para ofrecer servicios de acceso a la Red.
A partir de ahí, la empresa que hoy es Orange –marca que se lanzó en España en 2006- siguió una estrategia imparable de crecimiento con la integración de nuevas compañías –eresMas, Amena, Ya.com, Jazztel, Simyo...-, inversión en infraestructuras e innovación en productos y servicios, hasta convertirse en el que hoy en el segundo operador convergente del mercado español y uno de los principales referentes del liderazgo de España en Europa en convergencia y en el despliegue de redes de fibra óptica y 4G.
Orange opera hoy en España con cuatro marcas principales -Orange, Jazztel, Amena, Simyo, a las que se ha sumado recientemente República Móvil-, todas ellas con un posicionamiento diferenciado y que responde a las necesidades de distintos segmentos en un mercado cada vez más sofisticado.
A lo largo de estos 20 años, la compañía se ha convertido en uno de los principales
actores del sector en España, donde ofrece sus servicios a más de 20 millones de clientes y acumula una inversión superior a los más de 31.000 millones de euros en valor corriente.
En términos de empleo, Orange cuenta ya en España con más de 5.500 trabajadores directos, que, sumados a los más de 1.700 que hacen labores de atención al cliente para la compañía fuera de España, forman una plantilla total de 7.309 puestos de trabajo directos (a 30 de septiembre de 2018).