Repsol ha lanzado una estrategia integral de financiación sostenible para acompañar a su proceso de transición energética. Se convierte en la primera compañía de su sector a nivel mundial que presenta un marco integral que incorpora tanto instrumentos destinados a la financiación de proyectos específicos, como los vinculados a compromisos sostenibles de compañía. Este enfoque integral ofrece flexibilidad y transparencia en la emisión de instrumentos financieros.
La multinacional energética da así un paso fundamental para seguir avanzando en su compromiso de ser una compañía cero emisiones netas en 2050. Para ello, algunas de sus metas son llevar a cabo una disminución de la intensidad de carbono del 12% para el 2025, del 25% para 2030, y del 50% para 2040.
Y es que esta estrategia está en línea con el Plan Estratégico 2021-2025 que la compañía presentó en noviembre del pasado año, y que, como aseguran desde Repsol, marcará la transformación de la compañía en los próximos años y supondrá una aceleración en la transición energética.
El Plan establece inversiones por 18.300 millones de euros a lo largo del periodo, y un 30% del total, 5.500 millones de euros, se destinará a iniciativas bajas en carbono, tal y como apuntan desde la compañía.
Dos categorías de la estrategia integral:
Los tres tipos de instrumentos financieros que se incluyen en esta estrategia integral se dividen en dos categorías:
- Por un lado, los bonos o instrumentos de financiación de uso dedicado: bonos verdes y de transición. Como explican desde la compañía, los fondos obtenidos con los bonos verdes se destinarán a la financiación de proyectos elegibles de acuerdo con la Taxonomía de la Unión Europea, como la energía renovable o el hidrógeno renovable. Y, por su parte, los fondos procedentes de los instrumentos de transición se asignarán a actividades y proyectos adicionales que también contribuyen a los objetivos sostenibles y forman parte de la estrategia de transición energética de Repsol.
- Por otro lado, los bonos o instrumentos financieros cuyas condiciones económicas están ligadas al cumplimiento de objetivos clave de sostenibilidad de Repsol como compañía. Para su seguimiento se fijará como indicador verificable el Indicador de Intensidad de Carbono definido por la compañía que mide las emisiones de CO2 por unidad de energía que Repsol pone al servicio de la sociedad.