Lucha fratricida entre Apple y Saudi Aramco. 'Sorpassos' en el mercado que cambian de hora en hora por ser la acción más valiosa del mundo. Una está en horas bajas por la salida de la tecnología, en general, aunque la otra vive una particular luna de miel por una guerra conjugada con la reapertura de una economía que hace rebotar al crudo (y las materias primas en general) hasta métricas desconocidas en los últimos años.
En un camino con tantas piedras en el camino como es el de la bolsa, ¿cómo han llegado cada una de estas compañías a estar donde están?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
Mientras que la estadounidense crece de la mano del desarrollo, la petrolera se limita a hacer "bien" en lo que lleva décadas trabajando sin intención de emprender nuevos caminos
Energía, mirando a los cielos. Tecnología, por los suelos.
Un indicador que para el economista Daniel Lacalle, en conversación con Capital Radio, es una realidad que bien podría estar marcando un “suelo de mercado”, esto es, el paso previo, el punto de inflexión a un cambio de tendencia. Por como estamos, de bajista a alcista.
En el mercado las sesiones cada vez van a más y ponen al marcapasos a prueba para todos aquellos que hacen de las acciones su ‘modus vivendi’. Este miércoles comentábamos las idas y venidas de Terra y este jueves vamos a por dos viajas conocidas. En el intradía de las últimas 72 horas han estado viendo a ver quién ostentaba el centro y sentaba en el trono de mando de los mercados.
Ser la empresa más valiosa del mundo dinero reporta, pero sobre todo reputación y que se hable de uno que, como dice el refranero, siempre está mejor a que no se hable aunque sean malas las palabras que nos puedan llegar.
A un lado del ring tenemos a una tecnológica que lo ha sido y es todo en el mercado con millones de móviles y ordenadores plagando las oficinas del planeta. Los de la manzana mordina. Apple. Desde Cupertino para el mundo.
Y enfrente, el gigante energético estatal de Arabia Saudita: Saudi Aramco. Ambas con capitalizaciones superiores a los 2 billones de dólares. En la última sesión, los estadounidenses echaron el cierre a la sesión sobre los 2,37 billones y en Riad cotizaba Aramco en los 2,43 billones.
Tirando de lógica para explicar estos números nos queda una sola sentencia: fuera tecnología, dentro energía.
Correlación (no) idéntica
Viendo entonces que las subidas de los precios nos hacen guardar algo más de dinero, por lo que pueda venirnos, en el bolsillo los mercados cambian.
Es lo que nos dicen preguntados por Mercado Abierto Rafael Ojeda, de Fortage Fund y Candela Casanueva, de Renta4 Gestora.
Los analistas convergen, pero difieren. Algunos nos dicen que la correlación entre Apple y Saudi Aramco no es exactamente idéntica por, entre otras razones, el free-float de Aramco, inferior al 2%, en comparación con el 84% de Apple, esto es, la cantidad de capital de la firma que vuela libre en el mercado.
Saudi Aramco tiene alguna que otra característica que, en estos casos, conviene destacar. La petrolera es la única empresa no estadounidense en el top ten de las mayores cotizadas del mercado y si desde Nueva York se quiere invertir en ella solo se puede, únicamente es posible, a través del ETF iShares MSCI Saudi Arabia que apenas ostenta el 5% de sus participaciones.
Además, al cotizar únicamente en la Bolsa de Valores de Arabia Saudí, la Tadawul, hace que la conexión (y comparación) entre ambas empresas sea como mezclar peras con manzanas y, en este caso, sin juegos de palabras que valgan.
Cambio de tendencia
Durante los dos últimos años los inversores han ido apostando por los que hemos considerado como los valores “ganadores de la pandemia”: la tecnología. Pero esto ya no es así.
Porque la situación económica no lo permite. Las bolsas son un problema con subidas de tipos de interés que en Estados Unidos ya se ha acometido mientras que en Europa están a la espera, como se suele decir, de ‘dos telediarios’.
El colapso de la energía provocado por la COVID-19 ha desembocado, a su vez, en una escasez de petróleo, gas, carbón y refinado. Una situación que se ha visto agravada en estos últimos meses por la invasión lanzada por Rusia el pasado 24 de febrero en Ucrania.
Esto ha hecho que Saudi Aramco esté “volando” en bolsa mientras Apple y por la inflación lucha por no tocar precios aunque lo esté teniendo complicado.
Apple, ¿oportunidad?
El caso es que, en este momento, Apple podría ser para el inversor una oportunidad.
Una empresa que se vale de la tecnología para sobrevivir. Que vive en el desarrollo después de nacer en 1976, en Palo Alto (California) al albur de dos mentes brillantes como la de Steve Jobs y Steve Wozniak. Capitalización inicial de apenas 3.000 millones de dólares para en dos décadas valer un billón. Pasando a ser entre iPhones el valor más rentable de la década moderna.
Por su parte, Saudi Aramco es lo que es. Una petrolera que depende del petróleo. En 1980, siete años después de haber comprado inicialmente el 25% de la empresa, el gobierno saudí pagó a sus socios 1.500 millones de dólares por el 40% restante de los activos que no tenía en su poder de Aramco. La empresa actualmente es totalmente propiedad saudí.
En 1984 Ali al Naimi se convirtió en el primer presidente saudí de Aramco. Cuatro años después se cambia el nombre por Saudi Arabian Oil, que también es conocida como Saudi Aramco, haciendo su primer negocio con Texaco en USA. En 1993, Aramco se centró por orden del gobierno en refinar y redistribuir productos para el ámbito nacional y comercializar productos en el mercado internacional. Y así se bate, de frente, con Apple.
Una guerra fratricida. Una historia de dramas y comedias.