Grifols ha reevaluado los activos relacionados con su participación en la empresa Aradigm, según acaba de anunciar a la CNMV, pero no dice en cuánto y también informa de que ha recalculado los activos y pasivos por impuestos diferidos de Grifols generados en Estados Unidos tras la reforma fiscal.
Teniendo en cuenta los dos impactos, Grifols estima un efecto positivo y no recurrente de 90 millones de euros en las cuentas del cuarto trimestre. La compañía dará más detalles cuando presente resultados en febrero.
El pasado lunes las acciones de su participada Aradigm se desplomaban hasta un 25% en la bolsa estadounidense después de que la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) rechazara aprobar su fármaco Linhaliq.
Grifols ostenta los derechos mundiales de comercialización del medicamento tras adquirir en 2013 un 35% de Aradigm por 26 millones de dólares y, según algunos analistas, ha invertido unos 65 millones de dólares en su desarrollo.
El Linhaliq está destinado al tratamiento de enfermedades respiratorias graves y, según cálculos de Citi, supondría para Grifols unos ingresos máximos anuales de unos 300 millones de dólares, una cantidad de la que se descontarían los royalties.
Las acciones de Aradigm, que cuadriplicaron su precio en 2017, acumulan un descenso del 74% en lo que va de año, tras desplomarse hace dos semanas cuando un comité asesor de la FDA emitió una recomendación provisional negativa respecto al fármaco, destinado a tratar las bronquiectasias no asociadas a fibrosis quística.
El pasado lunes la FDA dijo que no podía aprobar el medicamento con la documentación actual y enumeró una serie de recomendaciones para volver a solicitar su autorización.
Aradigm dijo que solicitaría una reunión con el regulador estadounidense para abordar las recomendaciones y dijo que continuaba con el objetivo de remitir en un futuro cercano la solicitud de autorización del medicamento en la Unión Europea.