Amadeus pierde 505,3 millones de euros durante el año 2020, frente a las ganancias de 1.113,2 millones que obtuvo el año anterior. Tras verse gravemente golpeada por la pandemia, el EBITDA de la compañía ha caído un 89,8%.

Precisamente, el EBITDA es una de las magnitudes que más ha lastrado los resultados anuales de Amadeus. La cifra asciende a 227,8 millones de euros, mientras que en 2019 alcanzó 2.232,4 millones.

Las limitaciones de movilidad han provocado que, en el negocio de distribución, el número de reservas aéreas realizadas a través de agencias de viajes usuarias de Amadeus descendiera un 81,5%, hasta los 107,6 millones.

En el negocio de soluciones tecnológicas, el volumen de pasajeros embarcados cayó un 65,4%, hasta 690,6 millones.

Como consecuencia, los ingresos de la compañía retrocedieron un 61,0%, hasta los 2.174 millones de euros.

Por otro lado, el flujo de efectivo disponible descendió un 152,6%, lo que se tradujo en unas salidas de efectivo de 541,9 millones de euros.

Estos malos resultados han hecho que la deuda financiera neta de Amadeus se haya incrementado en 315,5 millones de euros durante el 2020, sumando ya un total de 3.073,9 millones.

Alianza con Microsoft

Sin embargo, no todo son malas noticias para Amadeus. La empresa ha anunciado hoy una alianza estratégica a nivel global con Microsoft para impulsar la innovación en el sector del viaje.

Ambas compañías aprovecharán la tecnología de la nube para innovar y explorar nuevos productos y soluciones, así como para la creación de mejores experiencias de viaje de cara al futuro.

Amadeus y Microsoft trabajarán conjuntamente en tres áreas específicas: el fomento de la colaboración con todos los actores de la industria del viaje, la innovación conjunta y el desarrollo de productos, y la aceleración de la migración de la plataforma tecnológica de Amadeus a la nube pública.

Según Amadeus, con la migración a la nube pública, la compañía logrará una mayor flexibilidad para escalar su capacidad operativa, incrementándola o disminuyéndola o para ajustarla, según sea necesario, a las condiciones del mercado y de la demanda.

La empresa también espera mejorar la resiliencia de sus soluciones y servicios para los clientes, y realizar un cambio en el desarrollo de nuevas tecnologías, al tiempo que aumenta la seguridad de los sistemas y los datos.

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