Producir fertilizantes a base de algas marinas y apoyarse en su abono para trasladar al campo los nutrientes del mar, es la forma de trabajo de Ficosterra. Además, la empresa de biotecnología marina colabora con la ONU en la conservación de océanos y costas.
Las algas son la clave de todo. Desde Ficosterra "extraemos las funcionalidades de un tipo de alga capaz de crecer entre treinta o cuarenta centímetros al día", informa Luis Lombana, consejero delegado de la compañía.
Su objetivo es demostrar que sustituyendo o reduciendo la fertilización mineral por los estimulantes de las algas, "disminuye la huella de carbono y mejoramos la rentabilidad de los cultivos".
La empresa trabaja desde España y México utilizando algas de cultivo bajo cuota o algas cultivadas. "De aquí a tres años esperamos tener el 100% de los suministros de algas cultivadas", apunta Lombana.
Escucha aquí la entrevista completa a Luis Lombana en el programa Mercado Abierto
Entrevista a Luis Lombana, consejero delegado de Ficosterra en Mercado Abierto
¿Es rentable para los agricultores?
Los mercados demandan cada vez más productos orgánicos. "Es cuestión de tiempo que este tipo de soluciones se generalicen", explica el consejero delegado.
"Por cada euro que un agricultor invierte en los productos de Ficosterra, obtiene una rentabilidad entre 5 y 6 euros", gracias a un proyecto con Naciones Unidas llamado Nutrialgae. Sin embargo, "la regulación todavía tiene cierta laxitud, hace falta un poco más de presión por parte de los reguladores", apuntan desde la compañía.
"El agricultor tendrá una mejor productividad. El medioambiente gana y el consumidor accedería a una alimentación mucho más saludable", asegura Lombana.
Para 2023, la empresa espera abordar los mercados de Estados Unidos y México. Mientras que en el otro lado del océano siguen apostando por España y el norte de África.