Los gobernantes de las dos mayores potencias económicas y militares del mundo se reunirán en el sur de Florida, en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, para una cumbre ya afectada por tormentas geopolíticas.
Eso podría tener un efecto contraproducente en las finanzas globales, a pesar de que los diplomáticos dicen que Corea del Norte está cada vez más consciente del riesgo y ha estado canalizando efectivo a Singapur y otras plazas financieras fuera de China.
El gobierno de Xi, que por un tratado está obligado a defender a Corea del Norte, teme que una acción militar estadounidense desencadene una guerra general en la península coreana y genere millones de refugiados.
Además, le exigirá un mayor equilibrio en la balanza comercial. Hoy viajarán a Florida y mañana será la parte más formal del encuentro. La Casa Blanca no ha aclarado si Trump planteará el tema de la manipulación de divisas y no se espera que amenace a Xi con la imposición de más aranceles. Los expertos predicen que Xi podría aceptar concesiones en sectores como el acero, o suspender planeadas inversiones chinas en Estados Unidos.
Mientras Trump ha hablado esta noche con varios líderes mundiales, entre ellos el primer ministro de Japón o la Canciller alemana
El presidente de EEUU ha prometido a Shinzo Abe que defenderá a sus aliados en el Pacífico frente a Corea del Norte y que fortalecerá su capacidad militar en la zona. Abe ha explicado los puntos de su conversación: "Concluimos que el lanzamiento de misiles de Corea del Norte ayer fue una peligrosa provocación y una seria amenaza para la seguridad nacional de Japón. Como va a tener lugar la cumbre entre Estados Unidos y China, le dije a Trump que Japón estaba prestando mucha atención a cómo China respondería a los problemas de Corea del Norte".
Trump ha hablado con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la guerra en el este de Ucrania y sobre Afganistán. Ambos se han comprometido a mantener una estrecha cooperación en estos y otros temas.