El presidente de EEUU, Donald Trump, promete eliminar numerosas regulaciones que paralizan préstamos bancarios y proyectos de infraestructuras. Considera que hay demasiadas trabas a la concesión de créditos por lo que quiere que sea más fácil conseguirlos

Esto, según Trump, dificulta la creación de empleos y el progreso económico del país. El presidente ha criticado el papel de los reguladores porque son los que dirigen a las entidades. Trump intervino en un foro celebrado en la Casa Blanca con decenas de líderes empresariales para hablar sobre el clima de negocios en el país y cómo impulsar el crecimiento económico y el empleo. 

Trump ha declarado que "Estamos destruyendo completamente estas horribles regulaciones que llevan sobre sus cabezas, no ocho años, sino los pasados 20 y 25 años. Tenéis regulaciones que son horribles. Dodd-Frank es un ejemplo de los que estamos trabajando en ello ahora mismo. Vamos a salir con algunas recomendaciones muy fuertes. Vamos a hacer cosas que van a ser muy buenas para el sector bancario para que los bancos puedan prestar dinero a la gente que lo necesita".

También se ha referido a las infraestructuras y ha cargado contra la burocracia para construir una carretera un proceso que se puede alargar hasta 10 o incluso 20 años. Además, ha aprovechado para recordar que ha pedido 1 billón de dólares para construir infraestructuras.

El mandatario mencionó en particular la reforma aprobada en 2010 por el entonces presidente Barack Obama, conocida como Ley Dodd-Frank y cuya meta es aumentar la regulación y supervisión del sistema financiero para evitar la toma de riesgos que desembocó en la aguda crisis de 2008. El presidente ya inició en febrero con una serie de decretos el proceso para revocar esa reforma financiera, aunque es el Congreso el que debe eliminarla.


También puntualizó que su objetivo es dar financiación solo a proyectos de infraestructura que estén listos para ser llevados a cabo en el corto plazo.