Con un éxito total, la ciudad de Chengdu, en el suroeste de China, ha clausurado los Juegos Mundiales Universitarios. Durante 12 días han competido los mejores atletas estudiantiles. Los Juegos de Chengdu se inauguraron el 28 de julio y acogieron a unos 6.500 atletas de más de 113 países y regiones.
La región china de Hong Kong envió el mayor contingente de su historia, con 142 atletas. Los atletas italianos fueron unos 300, una de las delegaciones más numerosas de Europa. La Universiada de Chengdu demostró la capacidad de esta ciudad china para albergar y organizar un gran acontecimiento deportivo internacional.
Despliegue sin precedentes
Antes de los Juegos, Chengdu construyó 13 nuevas instalaciones y renovó 36 ya existentes. Las instalaciones incorporaron un concepto ecológico y de bajas emisiones de carbono. Se desplegaron más de 13.000 autobuses de nueva energía y más de mil minibuses.
El Centro Deportivo Xiangcheng, sede del waterpolo, se equipó con sistemas de recogida y almacenamiento de agua de lluvia, que ahorran más de 3.000 toneladas de agua al año.
La villa de los atletas sirvió de importante escenario cultural para poner de relieve el patrimonio inmaterial de la provincia de Sichuan: desde el bordado hasta las marionetas, desde el corte de papel hasta la caligrafía, abriendo las puertas a los estudiantes para explorar la cultura china más allá de 12 días de competición y deportividad.