El oro, el activo refugio por excelencia, no está teniendo su mejor semana. Este jueves ha tocado su precio más bajo en dos meses. En agosto ha superado los 2.000 dólares la onza, hoy el metal dorado ha caído hasta los 1.848 dólares, su mínimo desde el 22 de julio. Esto se debe en parte al fortalecimiento de dólar y a la falta de nuevos estímulos por parte de la Reserva Federal.
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Jerome Powell, el presidente de la Fed, ha hablado cuatro veces consecutivas esta semana. Sin embargo, en ninguno de esos días anunció nuevos estímulos para apoyar la lenta recuperación económica en los Estados Unidos.
Ha dicho que utilizará todas las herramientas a su disposición para impulsar la economía, pero lo que no ha hecho es poner una cifra sobre la mesa.
Los casos de COVID-19 siguen aumentando, al igual que la incertidumbre sobre una recuperación económica. Los inversores buscan estímulos y mientras no los tienen se dirigen al dólar, que a diferencia del activo refugio por excelencia, cotiza en máximos de dos meses.
¿Esto quiere decir que el metal amarillo puede entrar en una tendencia bajista? ¿O simplemente puede ser un buen punto de entrada?
"La tendencia del oro a largo plazo sigue siendo alcista"
El oro "ha entrado en fase correctiva" señala Sergio Ávila, analista de IG. Según el experto tras tocar máximos en agosto ha entrado en un proceso de consolidación para ver si iban a haber más estímulos desde la Fed o del Congreso de EE.UU.
La mala noticia para los que invierten en el activo refugio es que "no hay ninguna señal de que ese proceso correctivo haya finalizado". Sin embargo, considera que "la tendencia a largo plazo sigue siendo alcista".