La Tasa Tobin es un impuesto o tasa sobre las compras y ventas de los instrumentos financieros: bonos, acciones, productos derivados, divisas... "Grava un porcentaje sobre el valor de la transacción realizada. Se aplica a compradores y vendedores finales y se recauda a través de los intermediarios financieros", explica Domingo García-Coto, director del Servicio de Estudios de BME.

¿Por qué perjudica la Tasa Tobin a las compañías? ¿Y por qué vuelve a estar en el centro del debate? Todas las claves de esta tasa financiera, en el siguiente podcast.



Fue la Comisión Europea en el año 2010 quien manifestó la intención de poner en marcha un impuesto de este tipo con el fin de mejorar la eficiencia y estabilidad, reducir la volatilidad
y aumentar la contribución del sector financiero como consecuencia de la crisis. La Comisión Europea lo planteaba como un conjunto amplio de medidas encaminadas a mejorar el sistema financiero.

Sin embargo, la Tasa Tobin plantea algunos problemas. Gran cantidad de estudios demuestran que el impacto es muy negativo en un ecosistema tan delicado como el mercado de acciones, bonos y derivados. Otro de los motivos que frena su implantación es "la incongruencia que supone que una medida de este tipo se ponga mientras se intenta impulsar una unión de los mercados capitales, ya que la tasa introduce distorsiones en estos mercados", explica García-Coto.