"No podemos competir con los precios y sueldos de Marruecos", se queja Vitorino, jefe de una explotación agrícola en Medina del Campo. A través de su voz, conocemos la realidad de quienes trabajan en el campo: muchos gastos y dificultad para competir con los precios de productos agrícolas que provienen de otros países.
Vitorino Gutiérrez, jefe de una explotación agrícola en Medina del Campo
Pero Vitorino, al igual que otros muchos agricultores, no puede alzar su voz para quejarse cuando un cobro no le llega a tiempo. Aunque el sistema de cobros de la Unión Europea señala que los productos perecederos deben pagarse a los 30 días, la realidad es que en la mayoría de las ocasiones se pagan mucho más tarde. "Y no podemos quejarnos porque, si lo hacemos, al año siguiente nos dan puerta", explica.
¿Cuánto pagan los supermercados en origen en relación a lo que paga el consumidor? Felipe Medina, secretario general técnico de Asedas, nos ayuda a entender la formación del precio de un producto en supermercados.
Felipe Medina, secretario general técnico de Asedas
El Presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha pedido desde Bruselas que las grandes distribuidoras hagan un examen de conciencia. "Hay que introducir más transparencia para defender al pequeño agricultor y ganadero", ha expresado.
Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno
Vender a pérdidas: la realidad del agricultor
"Vamos a tener que dejar el campo"; "No puedo aguantar mucho más perdiendo dinero"; "No podemos seguir vendiendo a pérdidas". Estos son algunos de los reclamos de los agricultores y ganaderos que se han manifestado este miércoles frente al Ministerio de Agricultura para pedir precios de producción que les permitan obtener rentabilidad.
Los precios de origen "son muy pequeños", aseguran los agricultores. Es decir, que el monto que ellos perciben por la producción es solo una pequeña parte de lo que le llega al consumidor debido a los costes de distribución posteriores a la venta. Según los trabajadores del campo, con los precios de hoy en día no pueden cubrir los costos de producción.
Ante esta situación, muchos agricultores se plantean abandonar el campo si no se cambian las condiciones de producción. Por eso, exigen que al menos se impongan precios mínimos de venta. "Pedimos que haya una garantía de precios que hagan que los costes de producción sean posibles de acometer y haya un mínimo de rentabilidad, a este paso dejaremos de producir porque será inviable", reclama Ivana Martínez, presidenta de Coag Madrid.
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La subida del SMI complica al sector
A esta situación de rentabilidad mínima y precios bajos, se suma la reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional a 950 euros. Mientras los precios de producción se mantienen bajos, los agricultores aseguran que no podrán pagar a este salario a los trabajadores.
"Los margenes son tan escasos que el que tenga que coger a alguien y con poquito que se suba (el salario), no se va a poder", comenta un agricultor. Por eso, Francisco José García, presidente de ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), sugiere que se reduzcan los costes de seguridad social para que los trabajadores del campo puedan percibir un salario más elevado.
