San Pedro Market, el coworking que se convirtió en la sede principal de las protestas de la Plataforma de Afectados por Madrid Central contra los fallos en el sistema control del tráfico, se ha visto obligado a cerrar sus puertas. Son una nueva víctima del deterioro de su actividad económica y comercial, de la que culpan a las restricciones de vehículos.
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Desde la plataforma culpan a los constantes fallos informáticos en el sistema de tramitación de los permisos especiales y la mala comunicación del proyecto.
Esto, según señalan, "ha hecho que los ciudadanos desistiesen de venir a los barrios del centro, y de las propias dificultades de acceso al espacio comercial, lo que ha hecho inviable la actividad de este coworking que alquilaba su espacio, por periodos de tiempo limitados para presentar productos y creaciones".
Pascual Medel, que puso en marche este negocio, cierra el establecimiento para volver a su actividad como diseñador interiorista pero desde su estudio, abandonando el modelo de tienda abierta al público.
Los pequeños negocios, los más afectados
Para Pascual, el cierre de su establecimiento, "es un ejemplo más de la incapacidad de los políticos para gestionar la lucha contra el cambio climático tal como se ha puesto de manifiesto con el fracaso de la Cumbre del Clima (COP25) que ha acabado en Madrid sin ningún acuerdo de relevancia".
En su opinión, el tejido socioeconómico más vulnerable se convierte en la principal víctima "frente a la impunidad y facilidades de los intereses de las grandes corporaciones del petróleo, de las peligrosas baterías de litio, y del metano, pero dando la espalda al comercio de proximidad".
Se quejan de que no les han tenido en cuenta durante todo el proceso de implantación de Madrid Central.