Entrar en el Despacho Oval es algo parecido a enfilar el corredor de la muerte para los presidentes europeos. Hace unas semanas, la acalorada discusión entre Donald Trump y Volodímir Zelenski recorría todo el mundo en apenas unas horas. Este miércoles era el turno de Michael Martin, primer ministro irlandés, que acudía a Washington en la previa de San Patricio, festividad clave para el pueblo irlandés.

Trump no entiende de celebraciones ni ambientes cordiales. Antes de comenzar la reunión dejaba caer ante los periodistas presentes que Irlanda ha fomentado los desequilibrios del comercio mundial. ¿Nuevos aranceles a la vista?

San Patricio se atraganta en Irlanda: ¿Nuevos aranceles?

Donald Trump ha acusado al primer ministro irlandés de fomentar los desequilibrios del comercio mundial por sus condiciones fiscales

Impuestos y exportaciones, el motor irlandés

La isla europea tiene el mayor superávit comercial per cápita del mundo con Estados Unidos gracias al impulso de las tecnológicas y farmacéuticas que llevan décadas asentadas allí.

Este tractor del crecimiento es su mayor riesgo ahora, dado que las amenazas fiscales y arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump pueden afectar más a su país. Gigantes de la talla de Apple, Microsoft, Google o Meta, y grupos farmacéuticos como Pfizer o Elli Lilly, tienen importantes sedes en la UE en Irlanda.

De ahí que Michael Martin, primer ministro de Irlanda, quisiera quitarle tensión al encuentro y realzar los lazos de ambas culturas. "A Irlanda le gusta comerciar con Estados Unidos, y a Estados Unidos le gusta hacer negocios con Irlanda porque somos socios fuertes y fiables. Señor Presidente, hagamos aún más y mejor juntos", señalaba el premier irlandés.

Además de los ingresos fiscales, que ya le han costado a Irlanda varias batallas dentro de la Unión Europea, donde otros miembros acusan a la isla de dumping fiscal, las exportaciones son el otro pilar económico irlandés. Alcanzaron un récord en 2024 gracias al aumento de productos médicos y farmacéuticos. Exportaron bienes por valor de 72.600 millones de euros a Estados Unidos el año pasado, un 34% más que en el ejercicio previo.

Pero la economía irlandesa también tiene deficiencias. En el apogeo de los centros de datos, Irlanda tiene problemas de suministro de energía e infraestructura que podrían poner en jaque su salud financiera.

Una pionera en centros de datos que se agarra a una buena relación con Estados Unidos y sus grandes compañías para seguir por la senda del éxito.