La polémica con los “riders” no da tregua. Tras la entrada en vigor de la ley “rider” el jueves 12 agosto, Glovo ha incorporado una novedad en la aplicación con la que operan sus repartidores que ha desatado la ira del colectivo. Ya se han convocado manifestaciones en algunas ciudades y se espera un otoño caliente en el sector del delivery.
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Esta vez el punto de discordia ha sido un "multiplicador". Una franja entre 0,7 y 1,3, a elegir, que los repartidores deben multiplicar sobre la base del precio del pedido. Su puesta en marcha ya ha propiciado consecuencias adversas en los ingresos de los profesionales.
Tal y como cuentan las víctimas de los nuevos cambios, algunos repartidores han cobrado tan solo tres euros por realizar trayectos de seis kilómetros en plena ola de calor por las calles Barcelona.
La voces más críticas advierten de que este nuevo modelo es una estratagema para que la multinacional continúe trabajando con los “riders” en calidad de autónomos. De hecho, Glovo ya ha anunciado que prevé mantener al 80% de sus repartidores (cerca de 8.000 personas) como autónomos y al 20% restante lo irá contratando directamente como asalariado a lo largo de este 2021.
De esta forma, la empresa se ajusta a la legislación y se libra de los indicios de laborabilidad que señalaron los tribunales. Según una portavoz de la compañía barcelonesa, este nuevo modelo "observa la sentencia del Supremo y la del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea".
En cuanto a la disminución de la actividad y la caída en picado de los salarios, la empresa achaca las fechas estivales como las principales causas. La opinión del colectivo es otra, y ya se han manifestado más de 50 repartidores delante de la sede de la compañía para reivindicar sus derechos. "Quieren que nos matemos", denuncian los repartidores.