La inflación está reduciendo nuestro poder adquisitivo. Al mismo tiempo, la subida de los precios provoca que los ingresos en las arcas públicas de los estados también se incrementen. Esto lleva a un debate fiscal evidente. ¿En qué bolsillo ha de estar ese dinero? ¿En el de los gobiernos para ajustar unos déficits disparados o en el del ciudadano?
Respondemos a estas y otras cuestiones en la Entrevista Capital de este jueves con Eduardo Gracia, vocal responsable de los Grupos de Expertos de Aedaf, la Asociación Española de Asesores Fiscales.
Puedes escuchar la entrevista al completo en el siguiente podcast.
Nos atiende Eduardo Gracia, vocal responsable de los Grupos de Expertos de Aedaf, para examinar la el informe sobre vigilancia fiscal presentado por el FMI y el debate sobre esta materia en nuestro país.
Gracia sostiene que no es una pregunta nueva. La evolución de la deuda pública tras la II Guerra Mundial también generó una inflación muy alta en los países occidentales entre los años 40 y los años 80. "Los gobiernos aprovecharon esta inflación para pagar la inmensa deuda acumulada en el conflicto y ahora parece que estamos en un escenario parecido".
En este sentido, el FMI ha presentado un informe sobre vigilancia fiscal, donde reclama una consolidación en esta materia y reivindica el acuerdo para imponer una tasa mínima global para las multinacionales que permitiría aumentar un 14% la recaudación.
Nuestro invitado capital afirma que no es un planteamiento nuevo. "Viene de hace más de cinco años y se va a poner en marcha entre el 2023 y 2024". La consecuencia de esta ejecución será una "nueva fuente de ingresos para los países y una menor fuente de ingresos para las sedes de las multinacionales".
Debate fiscal en España
Trayendo el debate a nuestro país, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, acaba de lanzar su propuesta fiscal para deflactar el IRPF, o bajar temporalmente impuestos sobre carburantes y otros productos.
Según Gracia, esta propuesta, desde el punto de vista del contribuyente, "es necesaria". El Gobierno habla muchas veces de impuestos sobre los beneficios caídos del cielo y esta propuesta es al revés: un impuesto caído del cielo por el efecto de la inflación. "Es una de las razones que explican que la recaudación siga subiendo a pesar de que la situación económica no sugiere esta subida".