Ni los 100 días de gracia que se le dan a cualquier Gobierno son respetados entre las filas del Partido Conservador del Reino Unido.
Más de un centenar de diputados tories piden la salida acelerada, un mes y medio después de haberla nombrado, de la primera ministra, Liz Truss, por la crisis de deuda en la que ha sumido al país tras conocerse sus intenciones de poner en marcha su plan de bajada de impuestos.
A la carrera quedan ahora varios nombres para una sucesión rápida que, en ningún caso, parece que vaya a producirse mediante unas elecciones generales donde el líder de la oposición, Keir Starmer, y según las encuestras, podría llegar al 10 de Downing Street.
No han pasado ni 72 horas desde que Liz Truss les dijo el viernes a los británicos que podían "capear la tormenta". Una semana escasa desde que su canciller y ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, fuera confirmado en el cargo antes de ser cesado de manera fulminante para evitar que el Partido Conservador pidiera la cabeza de la extitular de Asuntos Exteriores.
Sin embargo, en un fin de semana las tornas han cambiado y entre rumores de complots los parlamentarios conservadores piden ya públicamente su renuncia advirtiéndole de que "el juego se ha acabado".
El calendario sobre la mesa todavía se desconoce aunque hay quien, como el excanciller, George Osborne, predicen que será "antes de Navidad".
Jeremy Hunt, valor seguro
En la carrera varios nombres entre los que parte como favorito el recién nombrado responsable de las finanzas del país, Jeremy Hunt, quien se le ve como una de las figuras más poderosas del Gobierno y que se verá su aguante una vez presente su plan económico para tranquilizar a los mercados.
Visto por muchos en su partido como un seguro, Hunt ha intentado dos veces sin éxito convertirse en líder de los tories tras haber sido responsable de las carteras de Relaciones Exteriores, de Salud y de Cultura.
En las anteriores primarias de las que salió Liz Truss vencedora, Hunt respaldó la candidatura de Rishi Sunak tras haber sido eliminado en la primera de las votaciones. Se presentó también en 2019 , pero perdió ante Boris Johnson con un 34% de los apoyos del partido.
Rishi Sunak, legado Johnson
La excanciller y perdedor en las primarias, Rishi Sunak, es en cualquier caso la apuesta del partido si Truss dimite o los conservadores se deciden a reemplazarla.
Advirtió a su rival que sus planes de reducción de impuestos enviarían a la economía a la caída libre, y la acusó de poner en marcha "economía de cuento de hadas" mientras prometía recortes de impuestos sin fondos con los que sufragarlos.
Penny Mordaunt, continuidad
Más allá de la pareja, la tercera en disputa es la exsecretaria de Defensa que apoyó a Truss, también, una vez su partido la dejó sin posibilidades de hacerse con el liderazgo.
Según la cadena de televisión británica SkyNews varios diputados conservadores de alto rango respaldarían una candidatura conjunta de Sunak y Mordaunt para hacerse cargo del país durante un periodo de transición.
Boris Johnson, la vuelta del mago
Así las cosas, ninguna candidatura despierta un interés mayor que la de quien se acaba de ir. El exprimer ministro, Boris Johnson ya advertía en su último discurso que "podría volver" y, de hecho, tirando de metáforas, semanas más tarde Johnson se llegó a comparar en una entrevista con el estadista romano Cincinnatus, quien luchó contra la invasión antes de regresar a su granja.
Según la tradición, Cincinnatus regresó a la primera línea política para llevar a término un segundo mandato. Según varios informes del Partido Conservador, esta posibilidad no se desecha.
Ben Wallace, el eterno candidato
Más allá de todos, el secretario de Defensa y ex soldado, Ben Wallace, también está en la terna de sucesión por el amplio respaldo de la calle con el que cuenta por el papel que ha desempeñado en el apoyo del Reino Unido a Ucrania.
En la carrera a la sucesión no apoyó a ninguno de los candidatos y por la misma, él aseguró que "descartaba postularse".