¿Pueden ser baratos 130 millones de euros? Esa cantidad es la que ha aportado Elon Musk, siempre en la pugna por ser la mayor fortuna del planeta, a la campaña electoral de Donald Trump. De hecho, durante la gira del candidato republicano por Pensilvania, el propietario de Tesla se dejaba ver recurrentemente junto a Trump.
Tras su victoria sobre Kamala Harris, Donald Trump tuvo unos instantes para acordarse de Elon Musk, que se había desplazado en su jet privado hasta Florida para vivir la noche electoral con la familia del líder del partido republicano.
El propietario de Tesla, Elon Musk, ha sido el mayor donante de la campaña del próximo Presidente estadounidense, y ya empieza a recoger los frutos
Comienza a recoger los frutos
El caso es que ya ha podido recoger parte de lo sembrado. Las acciones de Tesla se dispararon el día después de las elecciones un 15% y, según publicaba el propio Musk, su red social X batía el récord de uso.
El empresario tiene mucho que ganar durante esta legislatura. Supervisa un imperio de seis empresas, muchas de ellas enredadas con el Gobierno Federal. El caso de Space X, socio de la NASA y el Departamento de Defensa. El desarrollador de aeronaves plantea llegar a marte en 2028 o antes de que termine la legislatura.
Por otro lado está Tesla, que ha apostado por los robotaxis autónomos y tendrá que lidiar con los obstáculos regulatorios que permiten lanzar al mercado un número ilimitado de vehículos autónomos.