De nada sirve que China sea la segunda economía del mundo si no es una economía fuerte e innovadora. Es la advertencia que lanza el presidente chino, Xi Jinping, en un artículo publicado este jueves en la revista bimensual del partido comunista ‘Qiu Shi’. Cree que “si no van con cuidado, pueden caer en las trampas de otros”. ¿Por qué la única salvación para la economía china es la innovación, como dice Xi Jinping? La clave está en el concepto 'Lewis point'. Te lo contamos en este podcast.
Quizá una de esas trampas a las que se refiere Xi Jinping sea las que pretende ponerle Donald Trump con la subida de aranceles. Pero el presidente chino dice que “no hay porqué alarmarse” porque “la tendencia positiva de largo plazo no va a cambiar ni cambiará”. Pero la realidad es que los inversores extranjeros ya están huyendo de las bolsas chinas. Desde principios de mayo, cuando arrancó de nuevo la tensión comercial entre ambos países, se ha retirado más de 7.000 millones de dólares de los mercados de Shangai y Shenzen. Pero JP Morgan cree que se trata de algo puntual y Dan Scott, CIO de Vontobel Wealth Management, considera que China no saldrá tan mal parada con esta guerra comercial. Cree que "el mercado sabe que China tiene mucho potencial por las medidas de estímulo que puedan lanzar para que su economía vuelva a estar fuerte", según ha explicado a la CNBC.
Y esos datos de abril de los que habla Dan Scott no han sido muy buenos. Por ejemplo, la producción industrial en abril se ha situado en el 5,4%, un 3% por debajo del dato del mes anterior; las ventas del sector retail han alcanzado los mínimos de los últimos 16 años y la inversión en activos fijos durante los primeros cuatro meses de 2019 tampoco cumplió con las expectativas y cayó dos décimas con respecto al dato anterior.
Sin duda, estas son señales que nos llegan y que reflejan que la economía china está perdiendo fuerza, pero no son los únicos factores. Koon Chow, estratega de macroeconomía y Forex de Union Bancaire Privee, explicaba en la CNBC que a China también le afecta el envejecimiento de la población y la reticencia de otras grandes economías a aceptar tantas importaciones de este país asiático.
Pero Xi Jinping cree que el talón de Aquiles chino no es otro que la innovación. A pesar de ser la segunda economía del mundo, en 2018 China solo ocupó el puesto 17 en el índice global de innovación creado por la Escuela de Negocios INSEAD y en el índice de innovación de Bloomberg se quedó con el puesto 16 para el periodo de 2019.
Y para explicar lo crucial que es para China la innovación tenemos que fijarnos en el siguiente concepto: el punto Lewis. Lo acuñó Arthur Lewis, ganador del premio Nobel de Economía, y se refiere a la situación en la que una economía se queda sin mano de obra barata. Eso ocurre cuando deja de haber exceso de trabajadores en el sector agrícola y los salarios en el sector industrial empiezan a subir, perdiéndose así esa ventaja competitiva por unos menores costes laborales. Por eso los expertos creen que la clave para China está en pasar de ser una economía basada en la mano de obra a enfocarse en la producción tecnológica.
Y de momento ha hecho un gran esfuerzo. Por ejemplo, en 10 años ha pasado de producir solo 12 de los 500 ordenadores más potentes del mundo en 2008, a construir 227, más del doble que Estados Unidos, según un estudio de la Fundación de Innovación e IT. Y, una vez más, Estados Unidos vuelve a ser su rival por ser uno de los mayores exportadores de productos tecnológicos del mundo.