“En tu vida vas a interaccionar con 5.000 personas”, asegura Esteban Moro, doctor en Ciencias Físicas, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, y actualmente profesor visitante en el Medialab del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Una cifra que puede ser exagerada, pero que en realidad cada vez es más pequeña.
La irrupción de internet y especialmente las redes sociales han convertido en normalidad la hiper-personalización y hace “que nos mezclemos con la gente que queremos y con lo que nos gusta”. Un término que en psicología tiene un nombre: sesgo de confirmación.
Rechazamos cada vez más hablar con gente contraria a nosotros y las redes sociales son el perfecto campo para abonar este tipo de actitudes. “Si cambiamos un 5% de esa cifra puede tener un impacto brutal”, puntualiza Moro. “Las RRSS son conscientes de que las abandonan porque son conscientes que dejan de ser útiles”, añade el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid.
Este sesgo es uno de los pilares fundamentales en los que los bulos y noticias falsas se apoyan para saltar de una persona a otra. “Tal vez Twitter debería mostrar la información en función del grado de veracidad y no en función de los like que tiene. Eso ayudaría a evitar los bulos”, explica.