Los consumidores prestan más atención a no tirar la comida que a la reciclabilidad de un envase. La separación de basuras es una práctica ya generalizada en España. Forma parte de la rutina habitual de la mayoría de los hogares. ¿Pero pensamos en el proceso de reciclaje a la hora de llenar el carrito de la compra? ¿Pensamos en el tipo de envase que compramos y si será cómodo reciclarlo?



En general, nueve de cada diez consumidores compran alimentos que se adecuan a sus necesidades y que eviten el desperdicio, según la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (HISPACOOP). Tirar la comida es algo mal visto tradicionalmente en España, pero con la crisis se le ha vuelto a prestar más atención a este aspecto.

Por tanto, se le otorga más importancia a los envases que preservan los alimentos más tiempo y que sean de fácil apertura y manipulación. Mientras que el consumidor no presta tanta atención a los envases fabricados a partir de materias recicladas o reciclables y a los envases plegables o encajables.