Tras varios anuncios y correcciones, el ingreso mínimo vital llega este viernes. "Celebramos esta medida, pero podría ser más ambiciosa", explica Liliana Marcos, experta en políticas públicas y desigualdad de Oxfam Intermón, en Capital Radio.
Entrevista con Liliana Marcos, experta en políticas públicas y desigualdad de Oxfam Intermón
Según cálculos del Gobierno, el ingreso vital beneficiará a 850.000 familias españolas. La prestación oscilará entre los 462 y algo más de 1.000 euros. En total, la medida costará a las arcas públicas unos 3.000 millones de euros al año. "Es un primer paso, pero no tiene que ser el último", apunta.
España, muy desigual
El año 2018 terminó con el 26,1 % de la población española en riesgo de pobreza y exclusión social, según el indicador AROPE (At Risk of Poverty and/or Exclusion), elaborado con datos del INE. Y eso fue antes de la crisis del coronavirus, que ha empeorado notablemente la situación.
"España es el sexto país más desigual de la Unión Europea, y que esto es consecuencia, entre otras cosas, de las políticas públicas practicadas hasta ahora", asegura Marcos.
Oxfam Intermón lleva defendiendo el establecimiento de una renta garantizada o ingreso mínimo vital desde la salida de la pasada crisis. "Es fundamental que la renta se diseñe como un estímulo al empleo”, apunta Marcos.
Esto quiere decir que cuando las familias puedan incrementar sus ingresos laborales no vean reducir la prestación en la misma cantidad o, de lo contrario, sus esfuerzos se verían anulados y la renta neta del hogar sería la misma trabajaran o no trabajaran más.
Por su parte, Oxfam Intermón propone una serie de ajustes fiscales que supondrían recaudar 8.000 millones de euros adicionales.
La mitad de este aumento (un 51%) se originaría en el impuesto de sociedades, mientras que los cambios en el impuesto al patrimonio aportarían el 35% y el 15% restante saldría del IRPF, de gravar las rentas del capital.