Dentro de una semana los británicos acudirán a las urnas para decidir si Reino Unido sale, o no, de la Unión Europea. Por lo que pueda pasar, desde el Gobierno han propuesto medidas para hacer frente al 'Brexit', que afectaría en su mayor parte a la economía de Reino Unido.

El ministro británico de Economía, George Osborne, planea recortar el gasto público e incrementar los impuestos si los ciudadanos votan a favor del "sí". Se basa en los análisis del Instituto de Estudios Fiscales sobre el impacto del 'Brexit' y solo se aplicará si Reino Unido está a favor de salir de la Unión Europea.

La desconexión del bloque europeo supondría un agujero de 30.000 millones de libras (unos 37.000 millones de euros) en las finanzas públicas del país. Las encuestas están muy ajustadas. No se sabe qué pasará el 23 de junio y el Gobierno debe ser previsor.

Para conseguir limitar el gasto público, Reino Unido tendría que aumentar el IRPF. Además de recortar el presupuesto destinado al Servicio Nacional de Salud, el gasto para la Policía y el de transporte. También se verían afectados sectores como la educación y la defensa, según algunos medios locales.

En las últimas semanas las encuestas, aunque ajustadas, se decantan por el "sí" al Brexit, con una ventaja de siete puntos frente a la permanencia en el bloque europeo. El plan de Osborne ve la luz para intensificar la campaña, en una de las últimas ofensivas para luchar por el "no".

Pero no son los únicos que aprovechan los días previos antes del referéndum. Los euro escépticos han anunciado cuáles son las seis primeras leyes que aprobarían. Entre las que se encuentran la supresión del IVA en las facturas de la luz y el gas. Sitúan la desconexión en 2019, pero antes impondrían medidas anti-inmigración.