La incertidumbre es la gasolina del oro. Y la crisis del coronavirus trae consigo muchas dudas al punto que ha logrado instalar la volatilidad en los mercados financieros. Por tanto, hasta que no sepamos cuándo se terminará esta situación, el activo refugio seguirá siendo la opción favorita de los inversores.
El oro se encuentra en una clara tendencia alcista y se vuelve cada vez más probable que el metal alcance los máximos históricos de agosto de 2011 cuando llegó a los 1.920 dólares la onza.
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Las razones por las que el oro podría alcanzar máximos históricos
En los últimos días el oro ha logrado romper la resistencia de los 1.700 dólares y si bien este viernes está bajando el precio del activo refugio, para José María Rodríguez de bolsamanía, se trata de una pequeña corrección para seguir creciendo.
Y es que desde el verano de 2018 el oro tiene mínimos y máximos crecientes, lo que quiere decir que el nivel de rebote está por encima del mínimo anterior. Para el analista, es probable que en los próximos meses veamos al metal por arriba de los 1.900 dólares y no descarta una subida libre.
En esta línea opina Fernando Fernández Bravo, responsable de ventas institucionales de Invesco. Sin embargo, todo podría cambiar si sale la famosa vacuna para frenar la expansión del COVID-19.
De todos modos, aunque se encuentre la cura a esta crisis sanitaria las economías tardarán en recuperarse. Los estados se están endeudando mucho y emitirán bonos de Gobierno, pero si tienen que repagar esa deuda tan elevada, los inversores apostarán por activos más seguros como el oro. Además, si las empresas no tienen la tan esperada recuperación en V, seguramente sufran los beneficios.
Por tanto, el metal seguirá siendo una de las opciones elegidas por los inversores y por eso, especular con que el activo refugio se disparará y superará máximos históricos no es tan alocado.