El pasado febrero la policía italiana confiscó más de 740 millones de euros a dos empresas intermediarias de diamantes: Intermarket Diamond Business (IDB) y Spa Diamond Private Investment; y a cinco grandes bancos: Unicredit, Banco BPM y Banca Aletti, Intesa San Paolo y Monte dei Paschi di Siena por conspirar para estafar a sus clientes vendiéndoles diamantes a precios muy inflados al tiempo que los comercializaban como inversiones financieras sólidas.
De hecho, la investigación llevada a cabo por la Fiscalía de Milán apuntaba a que al menos habría implicadas 70 personas, incluido el entonces director general de BPM, Maurizio Faroni, que fue suspendido por la entidad junto a otros altos directivos.
En ese momento, UniCredit dijo que estaba cooperando estrechamente con las autoridades y que no querían comentar nada sobre la investigación. Además prometió seguir ofreciendo los servicios de atención al cliente adecuados para los afectados.
Ahora la investigación ha revelado nuevas pruebas de corrupción de directivos de UniCredit, el mayor grupo bancario de Italia, y de su competidor, el banco BPM. Las acusaciones, que se describen en documentos utilizados por los fiscales cuando solicitaron la orden de aquel febrero, se refieren a presuntos delitos y no significan necesariamente que los fiscales terminarán acusando a las empresas y a sus empleados cuando concluya la investigación.
Sin embargo, el número de empleados bancarios sospechosos y las acusaciones son cada vez mayores. Además, hay empleados de ambos bancos que también son sospechosos de corrupción porque el intermediario IDB invirtió parte de sus ganancias de las ventas de diamantes en acciones de los bancos, según las pruebas reunidas por los fiscales. Se sospecha que estos grandes bancos y los intermediarios conspiraron para estafar a sus propios clientes.
Los hechos se remontan a 2012, cuando se constituyeron los dos brókers que pusieron en marcha a través de estas instituciones bancarias la inversión en diamantes. De hecho, uno de los puntos que se está investigando es la supuesta implicación de gerentes de estas cinco entidades y asesores financieros de las mismas, que recomendaban a sus clientes comprar las gemas prometiendo un rendimiento anual de entre un 3% y un 4%.
Entre los afectados se encuentran algunas personalidades conocidas del país como los cantantes Vasco Rossi y Simona Tagli, o la presentadora de televisión Federica Panicucci, que adquirieron en su momento diamantes a precios inflados y las supuestas cotizaciones, que no eran más que una lista de precios, se publicaban a cambio de una tarifa en periódicos económicos.
Para asegurarse de que las entidades financieras colaborasen, los dos brókers regalaban viajes, antigüedades, móviles de alta gama y anillos brillantes. De hecho, algunos empleados de Unicredit y BPM aseguran haber recibido regalos por valor de, al menos, 99.000 euros.
Por su parte, las entidades aseguraron que ellas simplemente se limitaron a informar al cliente sobre la posibilidad de invertir en diamantes, obteniendo por ello sólo "ingresos marginales".
Según un abogado penalista si los bancos son acusados y condenados, podrían ser multados con millones de euros, con el riesgo de perder el total de 161 millones de euros que les fueron embargados en febrero e incluso podrían ser suspendidos temporalmente de operar por orden judicial.