El 94% de las mujeres que juegan a los videojuegos sufren acoso. "Te mandan a la cocina o a fregar, te cosifican, le prestan más atención a tu físico que a tu juego", nos cuenta Lara Smirnova, presentadora de eSports para Movistar Riders, en una tertulia en la que ponemos el foco en las jugadoras (gamers) y el machismo que sufren en el sector por el simple hecho de ser mujeres.



Las comunidades de gamers son especialmente tóxicas con las mujeres. Son las palabras de Quique Mencía, periodista especializado en tecnología, que comparten el resto de profesionales.

Esta toxicidad la viven a diario jugadoras profesionales como Aidy García, gamer de Counter Strike del equipo de Vodafone Giants: "he vivido situaciones que han hecho que me replantee si yo como mujer soy apta para los eSports", reconoce. "Siempre he tenido que ponerme por encima de los chicos para demostrar que yo podía jugar como ellos", coincide su compañera de equipo, Laia Miralles. 

Esta situación provoca, en cierto modo, que haya menos mujeres en las ligas de eSports porque piensan: "¿Para qué lo voy a intentar?". Pero hay que imponerse y dar visibilidad a las mujeres, señala Eider Díaz, responsable de comunicación de ESL en España, quien explica que el anonimato y la edad son dos de los principales factores que explican los insultos en comunidades de gamers.

El jugador de Call of Duty del equipo Movistar Riders, Samuel Mateos, más conocido como "Sammy", experimentó este acoso en primera persona al hacerse pasar por una mujer en un streaming. "Recibí comentarios como 'juega demasiado bien para ser chica' o 'las chicas no están capacitadas para jugar a los videojuegos'", nos cuenta.