La entrada en vigor del nuevo marco regulatorio sobre mercados e instrumentos financieros: La directiva MiFid II (Markets in Financial Instruments Directive) y el reglamento MiFIR (Markets in Financial Instruments Regulation) está siendo más complicada de lo que se preveía. Tras siete años de preparación y un alto coste de adaptación, numerosas entidades creen no estar preparadas para aplicarlo.
Esta misma mañana, los reguladores han concedido un aplazamiento de última hora a tres cámaras de compensación en Alemania y Gran Bretaña. En Alemania a Eurex Clearing de la Deutsche Borse y a ICE Futures Europe y London Metal Exchange.
Mayor transparencia y protección a los inversores
Este conjunto de normas, por si tienen paciencia para leerlas, ocupan cerca de 7.000 páginas con todos sus apéndices, según cálculos que ha realizado Bloomberg, y eso es cinco veces más extenso que Guerra y Paz de Tolstoy y complicado de leer y entender.
El objetivo principal es reforzar la protección del inversor. La crisis puso al descubierto las malas prácticas, las carencias e incluso los abusos ante el desconocimiento de los clientes de los productos que contrataban. Por eso, estas normas europeas quieren aumentar la transparencia en la comercialización de productos financieros y de inversión. Se crea la figura de un asesor profesional y se eliminan los incentivos para garantizar que el interés del cliente esté por encima de quienes comercializan los productos.
Implantar la normativa precisa de cambios muy costosos para las entidades. Los nuevos requerimientos deben automatizarse y por tanto los sistemas de los bancos adaptarse. Tendrán que ofrecer información detallada sobre billones de euros en billones de transacciones. Para prepararse, han gastado millones de euros. Según un informe de Expand, que forma parte de Boston Consulting Group y IHS Markit, los principales bancos y gestores de activos han gastado durante el año pasado 2.100 millones de dólares para cumplir con los requisitos.
En Capital Radio, el director general de Renta4Banco, Jesús Sánchez Quiñones, advierte de la complejidad de la norma y señala que las leyes nacionales no están adaptadas. En los mercados, prevé que a corto plazo se resienta el volumen de negocio. Escucha aquí su análisis completo:
Lo que parece claro es que MiFID será todo un viaje y no un evento aislado en este mes de enero.
Aplazamientos de última hora deslucen el estreno de MIFID II
Guardar