Ser el “Netflix de los videojuegos” a golpe de talonario. Es la intención, firme, de Microsoft y por eso se ha gastado casi 70.000 millones de dólares con la compra de Activision Blizzard. Unos estudios con grandes franquicias: “Call of Duty” o “Candy Crush”, pero también con más de un problema a sus espaldas.
La mayoría, por investigaciones de acoso sexual en sus filas. ¿Cuáles son los pros y los contras de la mayor operación en la historia de la tecnológica? ¿Deja los ordenadores y se pasa al gaming?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
La compra por casi 70.000 millones de dólares de Activision Blizzard pone en jaque al sector y pares como Sony, que se hunde en bolsa, o Ubisoft que repunta
Una compañía legendaria en horas bajas: Activision Blizzard.
Por esto, por problemas de acoso sexual entre sus filas. Frente a ella. La segunda – hasta hace unos meses la primera – mayor tecnológica por capitalización del mundo: Microsoft.
A la que, decía Satya Nadella, su consejero delegado en un podcast hace unos meses, el gaming le interesa en especial. ¿Por qué? ¿Con qué objetivo? Ser el “Netflix – ahora lo mismo le conviene ser más Disney – de los videojuegos.
Los cimientos están sobre su XBOX. Porque los tiempos del Windows XP y su ladera verde en contraste con el azul eléctrico del cielo que plagó, durante décadas, los monitores del mundo entero, se han quedado atrás.
Xbox Game Pass, el servicio de suscripción de juego de las consolas de Bill Gates es una oportunidad, tal y como reconocía hace unas horas en la CNBC, el responsable de juegos de Microsoft, Phil Spencer para expandir el negocio hacia el metaverso. Y es de lo que hablan ambas firmas - de lo que han hablado – de criptomonedas, NFTs… tema de revuelto, controversia e inversión en estos últimos tiempos.
Una compra como esta - de 68.700 millones de dólares – no se materializa de la noche a la mañana. Y ahora el foco está en lo que puedan decir los reguladores sobre un pacto que podría entrañar ausencia de competencia en el negocio de futuro.
Además, está Lisa Khan, responsable de la Comisión Federal de Comercio que cuando llegó a su cargo lo hizo pisando fuerte y diciendo: los acuerdos y compras de las grandes tecnológicas van a ser uno de los problemas a los que nos tengamos que enfrentar en los próximos meses.
Para los analistas, esta es una buena compra. Julián Coca, de MCH Investment Strategies pone en valor la mirada a futuro con los negocios de suscripción de videojuegos.
Rafael Ojeda, de Fortage Fund, habla de “puñetazos sobre la mesa”.
Y esta es la clave ahora; tras llevar a cabo la mayor adquisición – de lejos – de su historia (la anterior fue la de LinkedIn en 2016 por más de 26.000 millones de dólares) Microsoft se posiciona como la tercera compañía de juegos más grande del mundo por ingresos, detrás de Tencent y Sony.
Sony, como el 'salmón'
Y precisamente es la nipona, Sony, la que en la sesión de hoy, a la contra de lo que hacen los títulos de Microsoft y Activision Blizzard – que quieren acercarse a los 95$/acción que supone la prima del 46% ofrecida por la tecnológica – es a la contra, al hundimiento, hacia donde va la japonesa.
Sus títulos hoy en Tokio han bajado el río. Han firmado la sesión en niveles de octubre de 2021. Han puesto fin a una racha alcista de máximos sin cesar para Sony en los últimos 21 años. El recorte ha sido de casi el 13%.
En las subidas han firmado el resto del sector. EA, Take Two Interactive, Nexos, Bandai… han incrementado capitalización. Ubisoft, también, por rumores de compra. Aunque esta operación que, en términos actuales de mercado, se cerraría sobre los 7.000 millones dólares, es más difícil. Alberto Roldán es el director de inversiones de Metagestión.
Ahora o nunca
Para la compra de los estudios era el momento. Activison Blizzard está en horas bajas. Problemas de acusaciones de mala praxis entre sus filas y, en especial, en la cúpula, Bobby Kotick, consejero delegado de la desarrolladora, que, por cierto, tras el anuncio de compra ya ha avisado que para cuando se haga efectiva, él estará fuera.
Por esto, Activision Blizzard se ha resentido. Y Microsoft ha aprovechado para hacerse con sagas como "Call of Duty", "Warcraft", "Diablo" o "Candy Crash", el juego de los caramelos que ha llegado hasta los parlamentos nacionales.
Sagas, todas estas, que ha Activison Blizzard le han valido miles de millones de dólares. El movimiento se podría entender como una simple compra para eliminar competencia. Lo comenzó a hacer Disney en 2009 y miren ahora dónde está.
Microsoft no dice que sea así, pero tampoco lo desmiente. A la espera está, lo hemos dicho antes, de los problemas que puedan poner los reguladores. Lo hicieron con Nuance hace poco. O con Discord que, directamente, quedó suspendida.
No parece que va a ser el caso de Microsoft con Activision Blizzard, al menos, por el comportamiento del mercado. De momento, los videojuegos – y gamers – tiemblan ante este próximo nuevo gigante.