Mercedes Jiménez Sarmiento, científica del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB) del CSIC, cree que “hay que tener todavía paciencia en cuanto a las vacunas”. Aquí puedes escuchar la entrevista completa:
Mercedes Jiménez Sarmiento, científica del CIB (Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas) del CSIC habla sobre la evolución de la vacuna española. Tertulia con Rubén García-Quismondo, Socio Director de Quabbala, Abogados y Economistas: Ramón Tamames, catedrático de Estructura Económica y Ana Plaza, consejera independiente y Ex-secretaria general de CEOE
Jiménez destaca que “la vacunación, además de no ser inmediata, requiere dos dosis espaciadas en un mes. Por otro lado, todas las vacunas no van a llegar al mismo tiempo”.
En clave comercial y económica parece que estamos asistiendo a “una carrera” en cuanto a las vacunas. Ante esto, Mercedes Jiménez cree que “si esto es una carrera, se va a necesitar más de un ganador, es decir, más de una vacuna. Cada una de las vacunas serán seguras pero van a funcionar de distinta manera”.
En cuanto a posibles evoluciones del virus que pudieran reducir la efectividad de las vacunas, desde el CIB se afirma que “el coronavirus no muta tanto como, por ejemplo, como el virus de la gripe. El SARS-CoV-2 no parece que cambie en la estructura fundamental en la que se basan la mayoría de las vacunas, las proteínas externas, que son las que permiten a nuestro sistema inmune reconocerlo como algo extraño”.
En cuanto a la seguridad de las vacunas, la misma “está contrastada desde las primeras fases de los desarrollos, pero es cierto que hasta que no se prueba en la población real, no se sabe qué alcance pueden tener unos posibles efectos secundarios. Sin embargo, cualquier medicamento tiene efectos secundarios y ninguno es al 100% seguro. La relación riesgo-beneficio siempre va ser a favor del beneficio”.
Tres vacunas españolas para el 2022
El CSIC está desarrollando tres vacunas frente al coronavirus: dos en el CNB y una en el CIB. Se están completando los estudios preclínicos, los cuales se realizan en cultivos y en animales, y se está esperando la autorización para iniciar los estudios clínicos.
La científica del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB) vaticina que “en un plazo relativamente temprano, a lo largo del año que viene, se pueden obtener resultados importantes acerca de la seguridad y de la eficacia de las vacunas. Si todo va bien, podrán ser comercializadas a principios del 2022”.
Por otro lado, respecto a qué grupos empezar a vacunar, Jiménez defiende que “resguardando a la población más vulnerable, ya se consigue muchísimo y el impacto es muy grande”.
No obstante, “lo que ocurre en esta enfermedad es que hay un gran número de casos asintomáticos, por lo que es otro foco importante para actuar contra el virus”.
La científica detalla, en cuanto al reparto de las vacunas, que con los asintomáticos el impacto en el sistema sanitario es menor, mientras que en las personas vulnerables es mayor.
Por ello, “la prioridad es proteger a las los grupos poblacionales donde se está produciendo el mayor índice de mortalidad, es decir, las personas de mayor edad y las que tienen otra enfermedad grave que pueden agravarse fatalmente con el coronavirus”.