El presidente argentino, Mauricio Macri, anuncia un plan de equilibrio fiscal que introducirá un impuesto a las exportaciones que ha calificado de "malo, malísimo", pero necesario; y una reducción de su gobierno, que de 22 miembros pasa a tener menos de la mitad.

Macri asegura que con ello intenta dar a los mercados una señal clara de control del gasto para detener el déficit y la inflación, acelerada en los últimos días por la depreciación del peso respecto al dólar, además de desterrar para siempre la corrupción.

Este paquete se presentará mañana en Washington al Fondo Monetario Internacional (FMI) para reajustar el acuerdo con la institución con Argentina, que estará "listo en días", según Macri.


El presidente, que reconoció haber hecho gala de demasiado optimismo en sus previsiones, justificó la reducción de su gabinete por la gravedad del momento que, a su juicio, exige reducir su equipo de gobierno más directo "para dar la respuesta más focalizada en la agenda que viene".