Los bancos centrales han aumentado sus reservas de oro durante la pandemia, un activo que brinda un respaldo sólido ante cualquier crisis o imprevisto económico que pueda enfrentar un país. Venezuela no es la excepción, cuenta con reservas de oro en el Banco de Inglaterra y ahora las necesita para brindar alimento a su población, pero Londres no se lo ha puesto tan fácil.
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El caso de Venezuela
Desde al menos seis años que Venezuela sufre una fuerte hiperinflación y escasez de bienes básicos y apenas cuenta con recursos para abastecer a la población. El país liderado por Nicolás Maduro cuenta oficialmente en sus reservas unas 161,2 toneladas de oro, según datos del Consejo Mundial del Oro y para poder hacer frente a esa crisis ha reclamado al Banco de Inglaterra la devolución de 31 toneladas, lo que se traduce en unos 1.000 millones de dólares en lingotes.
Inicialmente, Londres rechazó esta petición debido a que Gran Bretaña no reconoce como legítimo el Gobierno de Venezuela. Las reservas venezolanas están bloqueadas desde que el Gobierno británico y otros 50 países desconocieron el mandato del presidente Nicolás Maduro. Mientras tanto, Venezuela sostiene que el oro que mantiene Inglaterra se usará para comprar alimentos.
Finalmente, este jueves Venezuela ha llegado a un acuerdo con el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas para poder recibir el oro. Este organismo será el que reciba los fondos directamente para evitar que haya corrupción en el proceso. De todos modos, aún falta que Inglaterra acceda a devolver el metal.
Repatriar oro, una tendencia en aumento
Esto nos hace pensar en una cuestión aún mayor: ¿Existe un riesgo a la hora de mantener las reservas de oro fuera de casa? Pues la tendencia internacional nos indica que muchos países temen que no sea tan fácil acceder a sus reservas en el extranjero.
Luego de la crisis financiera de 2008, se han visto grandes esfuerzos por los bancos centrales para repatriar su oro, almacenado sobre todo en nueva York y Londres. Entre 2012 y 2017, Alemania repatrió la mayor parte de su reserva desde París y Nueva York a Frankfurt. En 2014, los Países Bajos hicieron lo mismo y en 2019 Polonia repatrió 100 toneladas de Londres, por mencionar algunos casos europeos.
Y es que si el oro es el activo refugio que puede ayudar a los países ante una crisis económica como la que estamos atravesando, lo mejor para algunos bancos centrales es mantenerla segura en casa.