Los datos contienen tu alma. Es una de las ideas que arroja Pablo Rodríguez en su libro Inteligencia Artificial: Cómo cambiará el mundo, y tu vida. "Cada vez que accedemos a Internet dejamos un rastro digital y esa información se está convirtiendo en nuestra alma digital", explica Rodríguez. Un alma digital con la que se pueden transformar industrias. 



La capacidad de recopilar datos es muy antigua, pero la capacidad de analizarlos y extraer información que nos pueda ayudar a tener un impacto es reciente. "Antes no teníamos la capacidad de computación necesaria, ni todos los datos necesarios, los ordenadores no eran lo suficientemente inteligentes", señala Rodríguez.

Y los datos a procesar son muchos: cada minuto se envían 200 millones de correos, se publican 200.000 tweets y 200.000 fotos en instagram.

Uno de los grandes retos ahora en la transformación ahora es manejar la velocidad: "antes las transformaciones pasaban una generación, 20 o 30 años, y había tiempo para ajusta y formar a las personas para absorber la transición", señala Rodríguez. "Ahora los cambios pasan en ciclos cada vez más cortos: desconocemos en qué consistirán el 40% de los trabajos de los próximos 15 años".

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