La economía de Estados Unidos sigue siendo sólida y la fortaleza del mercado laboral exige aumentos graduales de los tipos de interés a pesar de una inflación moderada. Lo ha señalado la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, en un seminario bancario que se ha celebrado este domingo en Washington.
Allí se han dado cita banqueros e inversores internacionales después de asistir a las reuniones del FMI y del Banco Mundial.
Yellen espera que la economía estadounidense supere su tendencia a largo plazo durante la segunda mitad del año y reiteró que el impacto de los recientes huracanes en la actividad debería ser temporal.
"Estaremos prestando mucha atención a los datos de inflación en los próximos meses", señala Yellen. "Mi mejor suposición es que estas lecturas suaves no persistirán".
En el seminario de Washington, los mensajes han sido de optimismo pero también de prudencia. Los banqueros centrales no quieren caer en la autocomplacencia aunque la economía esté mejorando y no quieren eliminar las medidas de estímulo demasiado pronto.
Aunque los discusiones se han centrado en los tipos de interés más altos, las sombras de la crisis financiera y la recesión global todavía obsesiona a los participantes a este evento. De hecho, el presidente de Barclays, Jes Staley, ha señalado que las condiciones del mercado financiero le recuerndan a 2006 y el ex secretario del Tesoro norteamericano, Lawrence Summers, señala que lo único que teme es “la falta de temor en sí mismo”. Mientras, el gobernador del banco central mexicano, Agustín Carstens, comenta que en algunos mercados emergentes los activos pueden tener precios demasiado altos.
Por su parte, el gobernador del banco central chino, Zhou Xiouchuan, advierte de la elevada deuda de las empresas chinas.
Los banqueros centrales preocupados por la baja inflación
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