Oscar Perelli, director del Área de Estudios de Exceltur, analiza los retos del sector y nos da las claves para que Espala siga siendo líder
El turismo español encara la desaceleración pero con algunos ases en la manga. Este verano continuará consolidándose la tendencia de ralentización del turismo extranjero en España, con niveles de afluencia similares a los del verano de 2018, pero con aumentos moderados en los ingresos.
Oscar Perelli, director del Área de Estudios de Exceltur, explica que se están consolidando dos escenarios divergentes, con caídas en los destinos de sol y playa frente a incrementos en los destinos de interior y urbanos. Por ello, la Alianza para la Excelencia Turística pronostica un crecimiento del sector del 1,6% en el conjunto de 2019, por debajo del 2% del año pasado.
“La realidad es que los ingresos crecen pero vemos un sector turístico con comportamientos muy diferenciados en lo que es la España de las ciudades interior y verde que crece mucho de la mano de la demanda extranjera y con mayor capacidad de gasto. Sin embargo, en la España de costa la demanda externa cae cada vez de manera más intensa por la recuperación destinos competidores”, explica Perelli.
Es decir, que tienen que llegar más turistas para compensar los volúmenes de ejercicios anteriores o incrementar el gasto de los que vienen. Las previsiones de evolución de la demanda que maneja Exceltur arrojan “un crecimiento extraordinario para los próximos años”, gracias al mercado de origen y el crecimiento de las clases medias asiáticas.
“El gran reto es ser capaces de posicionarse en aquellos segmentos capaces de aportar más valor”, apunta Perelli. “La lectura que podemos sacar del fuerte crecimiento en las ciudades es muy positiva, gracias a la inversión pública en la renovación de los espacios e infraestructuras que ha hecho que las ciudades permitan disfrutar de experiencias únicas. Lo que sucede es que esa realidad no se traslada igual en destinos del litoral”, añade.
El reto es coordinar la inversión público-privada en los destinos tradicionales de sol y playa, que suponen el 60% de la facturación del sector en España, para que puedan reposicionarse y ganar competitividad frente a destinos más baratos en precio del Mediterráneo.
Otro de los desafíos es la competencia de las nuevas plataformas y alojamientos turísticos. Sin embargo, Perelli explica que no es tan negativo por la competencia sino por el efecto desbordamiento en las ciudades: “Estos fenómenos aumentan la oferta de forma descontrolada y artificial y eso genera un reto extraordinarios sobre los barrios más turísticos”