La cara de Mario Draghi dice más de lo que parece. Incluso nos puede dar pistas sobre las decisiones de política montería que toma el Banco Central Europeo. Si el presidente del Banco Central Europeo aparece ligeramente compungido en la rueda de prensa habitual tras la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad, podría anunciar un movimiento destacado en la política monetaria.
Es la conclusión a la que han llegado dos investigadores japoneses que se han servido de un software de inteligencia artificial para analizar cambios mínimos en la expresión facial de Mario Draghi. Los resultados han sido publicados por la agencia Reuters.
Yoshiyuki Suimon y Daichi Isami creen que los cambios en las expresiones de la cara de Draghi podrían reflejar el sentimiento de frustración que el presidente del BCE podría tener antes de anunciar un ajuste de la política de la institución.
El estudio cubre las ruedas de prensa ofrecidas por Draghi desde junio de 2016 hasta diciembre de 2017, y ha detectado signos de tristeza en la cara de Draghi justo antes de comunicar dos importantes cambios: el primero, cuando el BCE anunció la extensión del QE, en diciembre de 2016, y el segundo, al comunicar el inicio de la ‘tapering’ el pasado mes de octubre.
Los mismos investigadores realizaron previamente el mismo estudio con el presidente del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda. Entonces ya determinaron una correlación entre los patrones faciales de Kuroda y los cambios de política monetaria que anunciaba.
Sin embargo, Suimon considera que los cambios de emociones en Draghi son menores que en Kuroda, y apunta que las expresiones del máximo responsable del BCE son más inescrutables. Esto sugiere, asegura Suimon a Reuters, que Draghi mantiene un mayor control de sus expresiones.
Los investigadores han analizado imágenes de las ruedas de prensa con un programa desarrollado por Microsoft, llamado Emotion API, que usa un algoritmo de reconocimiento facial para detectar las emociones humanas y dividirlas en ocho categorías: felicidad, tristeza, sorpresa, enfado, temor, disgusto, desprecio y neutral.
Lo que la cara de Draghi dice sobre la política monetaria
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