Las vacunas pueden acabar siendo el antídoto ante el coronavirus, no solo para la humanidad sino también para las aerolíneas.
Aquí puedes escuchar la intervención completa de María José Villanueva, ejecutiva de la industria farmacéutica, en la Gran Tertulia de la Economía:
María José Villanueva, ejecutiva de la industria farmacéutica, destaca las dificultades de transporte y almacenaje que supondrá la distribución de la vacuna.
María José ha destacado durante la Gran Tertulia de la Economía que la vacuna de Pfizer y BioNTech “tiene una dificultad importante, debe conservarse a -70 o -80 grados centígrados, esto conlleva unas dificultades de transporte y almacenajes muy grandes”.
Villanueva se ha hecho eco de las estimaciones de la IATA, en las que afirma que “para proporcionar una dosis de la vacuna a 7,8 millones de personas, se llenarían 8.000 Boeing 747”.
Además, todas las vacunas que se están desarrollando para el coronavirus, aunque no lleguen a las temperaturas necesarias para conservar la de Pfizer y BioNTech, también precisan de almacenaje en frío.
Sin embargo, para los países con climas más cálidos, se está desarrollando lo que se llama una “vacuna caliente”, es decir, que no requiera el almacenaje a esas bajas temperaturas.
Autorización inminente
Por otro lado, las agencias reguladoras europea y estadounidense ya estaban en una revisión continua para la autorización de uso por emergencia tanto de esta vacuna como de la de AstraZeneca.
Esto quiere decir que esa monitorización de los datos tan cercana hará que, en palabras de María José Villanueva, “probablemente para la tercera de noviembre se podría tener esa autorización de uso urgente de la vacuna de Pfizer y BioNTech”.
La de Pfizer y BioNTech es la primera vacuna que prácticamente tiene superados sus ensayos en fase 3 de eficacia y seguridad.
De los 38.000 voluntarios analizados a los que se les ha inyectado la segunda dosis, hasta el momento, menos de 100 han desarrollado la infección por coronavirus.