El mundo mira con atención lo que pueda pasar en el próximo G20, que se celebra mañana o pasado mañana en Japón, en relación a la guerra comercial. Una tensa situación entre China y Estados Unidos que se alarga ya meses y que ha tenido varias idas y venidas.
Se espera que ambos líderes lleguen a un acuerdo en el marco de este encuentro. De hecho el propio Donald Trump ha dicho en una entrevista con la Fox que de la reunión con Xi Jinping puede salir directamente un acuerdo comercial.
Además, Trump, aunque ha amenazado con imponer más aranceles al país asiático, ha dicho que la subida podría ser del 10% en lugar del 25%.
Por si la palabra de Trump fuera poco, Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EEUU, también ha dicho que el acuerdo comercial con China está listo al 90%. En declaraciones a la CNBC, se ha mostrado optimista y ha asegurado que el camino para llegar a un acuerdo está listo. Después de que pronunciase estas palabras, las bolsas europeas, el petróleo y otros activos de riesgo reaccionaron al alza.
¡Pero con Trump nunca se sabe! En todo caso él ha dicho que tiene un plan B por si el acuerdo no se materializa. ¿De qué se trata?
El presidente estadounidense dice que la alternativa a un pacto comercial con China es simple: cobrar tarifas y hacer menos negocios con la segunda economía más grande del mundo.
Trump insiste en esa postura suya de que Estados Unidos está contento de recibir los aranceles de importación de China si no se llega a un acuerdo. Como si el problema solo lo tuviera el gigante asiático. De hecho sus palabras han sido "mi plan B con China es recibir miles de millones y miles de millones al mes... y haremos menos negocios con ellos".
Pero lo cierto es que Wall Street espera con impaciencia una reunión con Trump y el presidente de China, Xi Jinping, para ver si por fin se acaba con esta situación.
EE.UU. ya ha impuesto aranceles del 25% a unos 200.000 millones de dólares en productos chinos, y Trump ha amenazado con imponer el mismo impuesto a más de 300.000 millones.
Según Trump los aranceles son más perjudiciales para China porque exportan muchos más productos a los Estados Unidos (560.000 millones en 2018) que los Estados Unidos que venden a China (180.000 millones).
Aunque eso sea así, recordamos que varios grandes bancos de Estados Unidos alertaban que de mantenerse la situación podría acabar en recesión para la mayor economía del mundo.
Mientras, China, por lo que pueda pasar, está acaparando oro y vendiendo sus activos en dólares.
Y a las quejas de que esta tensión comercial está afectando a nivel global se ha sumado Australia. El primer ministro, Scott Morrison, alertó hoy de que la guerra comercial entre Estados Unidos y China está causando un "daño colateral" al agravar la creciente incertidumbre económica global.
Palabras de Trump para la Reserva Federal
Trump nuevamente habló sobre el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, quien la semana pasada dijo que se podrían necesitar más estímulos. Si en un primer momento le criticó por ello, ahora ha dicho que "deberíamos tener a Draghi en lugar de nuestra persona de la Fed".
También ha querido aclarar que tiene el derecho de degradar o despedir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, pero no dijo que lo haría. En todo caso ha insistido en que "tiene que bajar las tasas de interés para ayudarnos a competir con China".