La cautela de los consumidores y empresarios británicos motivada por la subida de los precios en los últimos meses marcan la recta final del año de la economía de Reino Unido. En plenas negociaciones del brexit el crecimiento anual se descelera a un 1,7% en el tercer trimestre del año, un dato ligeramente superior a la estimación previa pero su ritmo más débil en cuatro años y medio. En tasa trimestral la economía se expande un 0,4%, cifra inferior a las tasas de crecimiento previas al referéndum de 2016.
Los ingresos disponibles tras ajustar la inflación se incrementan un 0,2%, mientras que el gasto del consumidor sube un 1%, su menor nivel en 5 años y medio. La estadística británica también informa de que los hogares han pagado más dinero de lo recibido durante cuatro trimestres consecutivos, y es la primera vez que ocurre esto desde el inicio de los registros en 1987.
Las compañías se mantienen reacias a gastar hasta que no haya más claridad respecto a las condiciones del proceso de salida del país del a Unión Europea. La inversión empresarial aumenta un 1,7% en el tercer trimestre, dato que supone la peor lectura desde hace más de un año.
La inflación y el brexit ralentizan al PIB británico
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