Desde la Sareb aseguran que sale más rentable convertir los préstamos morosos que tiene en cartera en inmuebles que intentar vender los créditos, como están haciendo casi todas las entidades.
La Sareb, el banco malo, entidad creada en noviembre de 2012 para ayudar al saneamiento del sector financiero español y, en concreto, a aquellas que tenían una excesiva exposición al sector inmobiliario, ha elegido tomar vías alternativas para no vender los pisos que tiene en su poder con pérdidas.
Desde la Sareb aseguran que sale más rentable convertir los préstamos morosos que tiene en cartera en inmuebles que intentar vender los créditos, como están haciendo casi todas las entidades.
Esta última fórmula es más rápida, pero también supone tener que asumir fuertes descuentos, algo a lo que la cúpula del banco malo no está dispuesta. El problema es que también tendría que aceptar descuentos para vender inmuebles, por lo que prefiere esperar a una mejora del mercado. Algo similar a lo que hicieron las cajas durante la burbuja y la crisis financiera de 2008.
Con eso se anotan pérdidas en el balance, a las que tiene que hacer frente el Frob. En las cuentas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria de 2018, se recoge un deterioro de 382 millones de euros por la deuda subordinada que tiene de Sareb.
El FROB calcula que recuperará menos de lo que pensaba el año pasado de su inversión en el banco malo. Ya lo avisaba hace unos días su presidente, Jaime Ponce, que explicaba que desde el organismo dan por hecho una "escasa recuperabilidad” de los casi 2.200 millones de euros de dinero público que se empleó en la suscripción de su participación en el capital de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) y en la adquisición de parte de su deuda subordinada.
Según señala el FROB la Sareb está adaptando su estrategia a transformar activos financieros en inmobiliarios, los préstamos en inmuebles. El plan de la Sareb pasa por tanto en impulsar las daciones y las ejecuciones de los inmuebles que son garantía de esos préstamos. Para esto, en muchos casos va a tener que hacerlo por la vía judicial. Espera que así le salga más rentable. Pero no lo tiene claro al 100%.
El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen, espera que después la venta de esos inmuebles requiera menos descuento que la de los préstamos de los que ahora son garantía. Para eso, el mercado tiene que mejorar, porque si empeora, sus planes se truncarían. Es una estrategia que ya siguieron las cajas y algunos bancos durante la burbuja financiera y fue precisamente una de los factores que provocó que se tuviera que rescatar a la banca y que se crease la Sareb.
La banca en general ahora mismo está apostado por lo contrario, deshacerse lo antes posible de los préstamos aunque tenga que hacerlo con importantes descuentos, pero así evitan hacerse con más viviendas.
Para los bancos, mantener en su balance créditos morosos o inmuebles les supone tener más provisiones. Esto es algo que no le pasa a la Sareb, porque no se rige por las mismas normas contables bancarias. Tiene además menos provisiones que los bancos. Y en el momento de la reestructuración, se le traspasaron activos de las cajas, con un precio muy superior al del mercado. Si ahora quiere deshacerse de ellos, tendría que ser con importantes pérdidas. Es eso lo que están tratando de evitar desde la cúpula.
Desde su creación, la Sareb ha reducido su cartera en algo más de 16.000 millones y ha reducido deuda en 15.000 millones, hasta los 35.700 millones de euros.