La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ve signos de que el hundimiento de los precios ha tocado fondo, porque la producción parece contenerse y las perspectivas de ralentización de la demanda no van a más. En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE se muestra prudente y puntualiza que tampoco se puede descartar que el descalabro del barril continúe, ante las incertidumbres que pesan sobre la economía global.
A pesar de estas valoraciones, la Agencia mantiene sin cambios la previsión sobre la demanda mundial de crudo para este año, en 95,8 millones de barriles. Son 1,2 millones diarios más que en 2015, una subida inferior al crecimiento del año pasado, por las dudas sobre la situación macroeconómica y las temperaturas suaves
en el hemisferio norte en lo que llevamos de año.
El organismo reconoce que algunos grandes países asiáticos han elevado sus importaciones de petróleo; como India, Corea del Sur, Indonesia y Filipinas. En el otro extremo están Brasil, Japón o Francia, que las disminuyen.
Estados Unidos, el país que más curdo consume, tiene el volumen de la demanda estancado. Mientras que en el número dos, China, la subida debería limitarse a 330.000 barriles diarios más, ascenso inferior a su media de los últimos 10 años.
Los autores del informe atribuyen una parte de la reciente recuperación del precio del petróleo a la depreciación del dólar. Por el lado de la oferta, la Agencia destaca que la extracción de crudo ha disminuido en el último mes en 180.000 barriles, una tendencia que va a continuar en los próximos meses. Estima que esta situación se corregirá en la segunda mitad de 2016, con 200.000 barriles diarios.
La AIE ve luz al final del túnel
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