Kamala Harris se corona candidata de los demócratas a la presidencia de Estados Unidos. Harris lanzó una llamada a la unidad y prometió ser una presidenta para todos los estadounidenses en un eufórico cierre de la Convención Demócrata.
Durante su discurso, la actual vicepresidenta prometió impulsar una ley que garantice el derecho al aborto, y otra para blindar el derecho al voto, además de una rebaja de impuestos para la clase media que beneficie a más de 100 millones de estadounidenses.
Y en política exterior, garantizaba con rotundidad el apoyo a Ucrania y a los aliados de la OTAN. Sobre la guerra de Gaza, urgió a la liberación de los rehenes y a un alto el fuego inmediato. Así lo explicaba Kamala Harris:
“El presidente Biden y yo estamos trabajando para poner fin a esta guerra de modo que Israel esté seguro, los rehenes sean liberados, el sufrimiento en Gaza termine y el pueblo palestino pueda hacer realidad su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación”.
Por su parte, el llamamiento a la unidad no le impidió atacar una y otra vez a su rival en las elecciones. Estas fueron sus palabras:
“Estas elecciones no solo son las más importantes de nuestras vidas, sino una de las más importantes en la vida de nuestra nación. En muchos sentidos, Donald Trump es un hombre poco serio, pero las consecuencias de poner a Donald Trump de nuevo en la Casa Blanca son extremadamente serias”.
Kamala Harris cierra la Convención Demócrata, convirtiéndola en el punto de partida de un nuevo principio para el partido y para el país.