El pulso de Polonia y Hungría a la UE parece inclinarse cada vez de manera más clara hacia un lado. Una vez despejado el camino para la Comisión Europea para cortar el grifo a los dos países del Este, Polonia y Hungría podrían perder miles de millones de fondos europeos por “haber violado varias normas comunitarias”.
El Mecanismo de Estado de Derecho es un instrumento que permite a la Comisión retirar los fondos a países comunitarios cuando considere que no se respetan las partes esenciales que lo constituyen. Eso sí, con la condición de que el Tribunal de Justicia Europeo dé su visto bueno antes de ser activado.
Y lo ha hecho, la justicia ha desestimado los recursos del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y del húngaro Viktor Orbán.
Son varios los procesos abiertos contra ambos gobiernos a causa de vetos judiciales sobre vulneraciones de derechos de colectivos, separación de poderes…Por un lado, Morawiecki ha puesto de manifiesto en repetidas ocasiones que las normas comunitarias vulneran las leyes fundamentales de Polonia e intentan sobreponerse a ellas.
Y por el otro, Viktor Orbán ha salido siempre en apoyo de Morawiecki, asegurando que "Polonia era el mejor país de la UE" y animando a la Comisión que no se meta "donde no la llaman".
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El asunto se ha caldeado hasta el punto de que ambos gobiernos han amenazado indirecta o indirectamente con abandonar el bloque comunitario.
Pero ahora, la pelota está en otro tejado. En concreto en el de la Comisión Europea, tal y como señala Carlos Moreiro, catedrático de Derecho Internacional en la Universidad Carlos III.
"A partir de ahora, quien tiene la responsabilidad de decidir si estos dos estados van van a recibir los fondos o no es la Comisión, que puede diferir si se produce un cambio de la situación".
Lo que se juega Polonia y Hungría
Mientras que Hungría puede dejar de percibir 7.200 millones de euros, Polonia se juega 36.000, aunque- más allá del dinero- es probable que la que más tenga que perder en este asunto sea Hungría, si tenemos en cuenta que en dos meses se celebran elecciones presidenciales en el país.
Viktor Orbán debe enfrentar en abril una de sus batallas electorales más difíciles con seis partidos opositores aliados en su contra.
¿Cómo se tomarán sus votantes que el Estado deje de recibir más de 7.000 millones de euros por las decisiones de su primer ministro?
El gobierno húngaro ha sido de los primeros en reacciones tras conocerse la sentencia. Su portavoz, Zoltan Kovacs, ha señalado que "es un ejemplo de cómo Bruselas abusa de su poder".
Al mismo tiempo, el ministro de Justicia polaco, ha hecho lo mismo en una televisión polaca en la que ha afirmado que “la situación es grave, pero está controlada y que cambiará su relación con la UE para evitar procesos que tendrán un impacto negativo en Polonia”.
También se ha querido referir a la postura de Alemania, a la que ha acusado de querer demostrar su supremacía en la UE y de mantener una postura de intereses contraria a la de EE.UU en el conflicto de Rusia con Ucrania.
Polonia intenta "arreglar" el desastre
El que sea también vicepresidente de Polonia en la coalición de Gobierno conservadora polaca formada en 2015, Zbigniew Ziobro, ha cargado también contra el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki por haber llevado al país a la situación actual al haber aceptado en su día la condición del Mecanismo de Estado de Derecho de la UE y prometer que no sería bloqueado "ni un solo euro de la Comisión".
En resumidas cuentas, ahora Ziobro quiere arreglar el lío que se ha formado con la UE.