Una salida sin acuerdo no es una opción a contemplar. Es la visión de Jeremy Corbyn, cabeza de los laboristas británicos, que se ha reunido este martes con el resto de líderes de la oposición y han elaborado un plan a seguir para evitar que Johnson prorrogue el Parlamento y propicie una salida sin acuerdo el 31 de octubre.
Para conseguirlo, su arma será la legislación. "He propuesto un proceso parlamentario que implicará que se aprueben las leyes necesarias por parte de todos los miembros de la oposición y que recibirá también el apoyo de algunos miembros del partido Conservador", asegura Corbyn.
¿Cómo se llevará eso a cabo? De momento sigue siendo un misterio, pero Jo Swinson, una de las firmantes y líder del partido liberal demócrata, ha asegurado que su foco está en las "opciones legales" para "extender el artículo 50". Dice que habrá "más reuniones en las próximas 48 horas donde se estudiarán los diferentes escenarios y la manera de aprovecharlos".
Recordemos que en el marco de la cumbre del G7, Boris Johnson aseguró que su gobierno está dispuesto a mantener las negociaciones con la UE hasta el último momento sobre el Brexit. No obstante, el premier británico reitera que el 31 de octubre se tendrá que tomar la decisión de si, finalmente, se ejecuta el no acuerdo.
En declaraciones a la cadena británica Sky News, Johnson volvió a poner sobre la mesa los 39.000 millones de libras que su antecesora, Theresa May, acordó abonar a Bruselas como consecuencia del Brexit.
No obstante, Johnson puso de manifiesto que toda la UE “comprende que si salimos sin acuerdo la cifra de los 39.000 millones deja de ser un compromiso legal”.
Las consecuencias a estas declaraciones se han sobrevenido tanto a un lado como al otro del Canal de La Mancha.
El Comisario Europeo de asuntos Económicos, Pierre Moscovici, afirma que los británicos “tendrán que liquidar sus pagos y sus contribuciones financieras en todas las circunstancias”. Además, confirma que estas obligaciones legales y financieras deben ser respetadas y que todo se reduce a una “cuestión de confianza”.
Moscovici confirma que la opción del no deal también está sobre la mesa y que Europa, con la canciller, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, a la cabeza se están preparando para ese escenario.
En Londres, el líder del partido laborista, Jeremy Corbyn, dice que el país necesita una “inyección de democracia” ante un nuevo escenario en el que el primer ministro británico pretende dejar a Gran Bretaña a merced de Estados Unidos. Además, Corbyn señala que su partido hará "todo lo posible" para conseguir un acuerdo.
El problema de Westminster
El Parlamento británico se ha convertido en un escollo para los partidarios del Brexit abrupto, entre los cuales está el propio primer ministro, Boris Johnson.
Por ello el jefe del Ejecutivo estudia la posibilidad de mantener cerrado Westminster más allá de las vacaciones estivales, que terminarían el 3 de septiembre, para evitar que los parlamentarios puedan aprobar una extensión del retiro de la UE, en caso de no llegar a un acuerdo con sus aún socios en las próximas semanas.