Japón no quiere seguir la tendencia mundial de retirada de medidas de estímulo y presenta un programa de estímulos récord de 490.000 millones de dólares para amortiguar el impacto de la pandemia de coronavirus. Las finanzas del país nipón están en un momento delicado ya que, con este paquete de medidas, la deuda pública duplicaría el tamaño de su economía de 5 billones de dólares.
La cuantía del gasto es mayor de lo esperado por los mercados. El paquete total alcanzará los 78,9 billones de yenes ya que el gobierno prevé la elaboración de un presupuesto adicional de 32 billones para financiar pasta del coste. Este plan incluye un gasto de defensa de 6.700 millones de dólares tras las crecientes tensiones regionales por el incremento del poder económico y militar de China.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, quiere reflotar la economía y redistribuir la riqueza entre los hogares, pero Takumi Tsunoda, economista del Instituto de Investigación del Banco Central Shinkin, dice que “es un gasto excesivo”. Añade que “inflar el tamaño puede haberse convertido en el propósito con poca discreción sobre si el gasto sería efectivo".
Medidas de crecimiento y redistribución
Entre las medidas incluidas destaca la entrega de 765 euros a la personas con menor ingresos y de una cantidad similar a la familias por cada hijo menor de 18 años. Además, el gobierno nipón incluye fondos para fomentar el turismo doméstico con el programa "Go To Travel" y las subidas salariales para el personal como los empleados sanitarios, de residencias de ancianos y guarderías, y cuyos sueldos se consideren insuficientes respecto a otras industrias.
También se incluye un paquete de 3.855 millones de dólares para impulsar sectores económicos estratégicos para el país, como el de los semiconductores y la inteligencia artificial.
Los responsables políticos esperan que el nuevo gasto ayude a la economía. El consumo y las exportaciones sufrieron un fuerte golpe debido a las restricciones de la pandemia y las interrupciones del suministro mundial.